¿Ortodoncia para corregir un solo diente?

La ortodoncia es una rama de la odontología que se encarga de corregir problemas como la desalineación y el apiñamiento de los dientes. Por norma general, los pacientes que presenten maloclusiones necesitan ortodoncia, ya que esta anomalía suele impedirles masticar los alimentos y cepillarse los dientes de la manera adecuada. Cuando un paciente es incapaz de cepillarse los dientes correctamente, corre un riesgo mucho mayor de desarrollar enfermedades como la caries, la gingivitis, la periodontitis o la perdida de dientes. Por ello, la ortodoncia es uno de los tratamientos más utilizados en odontología, tanto en niños (odontopediatría) como en adultos. Generalmente, la ortodoncia se aplica a todos los dientes de la boca o a una sección amplia de la mandibular. Sin embargo, es posible que haya casos en los que los niños presenten problemas en un solo diente. Para evitar esta situación, es muy importante que los pequeños visiten de forma regular al ortodoncista a partir de los seis años de edad.

La ortodoncia ha sido estigmatizada durante décadas, puesto que emplea dispositivos como brackets que modifican el aspecto del paciente. No obstante, durante los últimos años han ido surgiendo nuevos tratamientos como la ortodoncia invisible, que han disminuido considerablemente el rechazo de los pacientes a estos procedimientos. A pesar de ello, todavía hay muchas personas que se resisten a llevar aparato por incómodos o poco estéticos. Esto suele ser el caso de pacientes (sobre todo, niños) que no presentan severas anomalías de apiñamiento o de mordida. ¿Su hijo tiene tan solo un diente montado sobre otro? ¿El pequeño de la casa tiene dos dientes ligeramente separados? Seguramente, te estarás preguntado sí es necesario que tu hijo lleve puesto un aparato de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. A continuación, te contaremos en qué casos es necesario que tu pequeño lleve ortodoncia para corregir un solo diente.

¿Qué causa la desalineación o el apiñamiento de los dientes?

Como en cualquier otro tratamiento ontológico, lo primero que debemos saber es qué causa anomalías como la desalineación o el apiñamiento de los dientes. Estos son los motivos por los que su hijo puede tener los dientes torcidos:

1. Factores genéticos: el apiñamiento dental, la desalineación de los dientes, la sobremordida, etc., son anomalías que pueden deberse a factores hereditarios. Si usted o alguien de su familia presenta estos problemas, sus hijos también corren el riesgo de desarrollarlos.

2. La succión del pulgar: el hábito de chuparse el dedo pulgar, el uso excesivo del chupete o del chupete, también suelen provocar que los dientes se tuerzan.

3. Deglución atípica: la presión de la lengua en el paladar al tragar también puede mover las piezas dentales y dar lugar a dientes torcidos.

4. Perdida de un diente: enfermedades como la periodontitis o la caries que no se tratan a tiempo suelen provocar la perdida de los dientes. Cuando se pierde una pieza dental, el hueco resultante suele desplazar los adyacentes y, por tanto, ocasionar maloclusiones.

¿Cuándo emplear la ortodoncia infantil para corregir un solo diente?

Como ya hemos comentado, la ortodoncia infantil en un solo diente es posible, pero esta podrá ser aplicada solo en determinados casos. Por norma general, cuando queremos mover un solo diente mal situado, se recomienda aplicar un tratamiento de ortodoncia que desplace y recoloque también el resto de piezas. Esto es así porque el desplazamiento de un solo diente afecta a la posición de los demás. Una de los tratamientos que más empleados en Dentistainfantiltoledo para corregir la posición de los dientes de los niños es la ortodoncia invisible. Mediante este procedimiento aseguramos que su hijo tenga los dientes en la posición adecuada sin emplear dispositivos que afecten a su estética. Por otra parte, algunos dientes simplemente presenta traumatismos o una insuficiente higiene dental, para los que hay tratamientos dentales específicos que no requieren de ortodoncia.

En otros casos, las carillas dentales son una alternativa a la ortodoncia infantil para corregir un solo diente si la malposición no es muy grave y no existen problemas en la mordida. Veamos un ejemplo de ello. Imagina que tu hijo tiene un diastema (una ligera separación entre dos piezas dentales), quizás sea posible cerrarla mediante el empleo de las carillas dentales. Las carillas dentales no son un tratamiento de ortodoncia sino de estética. Los odontólogos empleamos las carillas para modificar la forma o el tamaño de dientes concretos. Por lo tanto, en estos casos si podríamos evitar que su hijo lleve puesto un dispositivo de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. Sin embargo, recuerda que aun así es necesario que el pequeño acuda a un ortodoncista para que este valore lo que realmente es necesario. Quizás, se pueda corregir el diastema con la carilla dental, pero puede que no.

El motivo es el siguiente: su hijo tiene un diastema y crees que es un defecto meramente estético. Cuando sucede esto, las carillas dentales puede ser suficiente. Sin embargo, imagina que la diastema no es solo un defecto estético, sino que además tu hijo tienen un problema de mordida leve que tú, por tu cuenta, eres incapaz de identificar. Acudes a una clínica, le explicas al dentista que no es necesario que el niño lleve ortodoncia para corregir el problema porque piensas que es estético. El especialista coloca las carillas dentales y oculta el diastema. No obstante, la maloclusión queda sin tratar, lo cual acaba por ocasionarle al pequeño problemas a la hora de morder o incluso desgaste dental. Por ello, siempre recomendamos visitar de forma regular al ortodoncista. Solamente este profesional puede valorar correctamente cuál es el origen de la desalineación o el apiñamiento dental. El ortodoncista identificará si se trata de un problema dental o de la mandíbula y conocerá la relación que existe entre ambas arcadas, para lograr que los dientes estén alineados y que la mordida sea la correcta.

Tanto si se trata de ortodoncia infantil para un solo diente o para todos, este tratamiento es de vital importancia en niños. La ortodoncia infantil evita que los pequeños desarrollen problemas a nivel mandibular y dental que favorecen la aparición de caries y enfermedades de las encías. ¿Quieres conocer si tu hijo necesita ortodoncia para un solo diente? Visite nuestra clínica de odontopediatria en Bargas (Toledo).

Paladar ojival en niños: causas y tratamientos

El paladar ojival es una anomalía que puede presentar la estructura bucodental tanto de niños como de adultos. Hablamos de paladar ojival cuando el maxilar superior es más estrecho que el inferior. El paladar ojival o estrecho es un problema bucodental de muy fácil solución, pero es sumamente importante tratarlo lo antes posible. Por norma general, este tipo de irregularidades en la estructura bucodental se detecta durante las primeras revisiones odontológicas. Concretamente, durante los chequeos en clínicas especializadas en odontopediatría. Cuanto antes sea detectado el problema, más sencillo y rápido será el tratamiento para su corrección. En Dentistainfantiltoledo vamos a explicaros todo lo que necesitáis conocer acerca de esta clase de problemas bucodentales. Recordar prestar atención al crecimiento de vuestros hijos, estudiando sus hábitos bucales y poniendo en conocimiento de los profesionales cualquier síntoma que consideren necesario.

¿Cuándo hablamos de paladar ojival o estrecho?


Aunque ya os hemos explicado brevemente qué es un paladar ojival, conviene profundizar un poquito más en el tema. Para comenzar, es fundamental que conozcáis el papel que juega el paladar en la boca. El paladar está situado en la arcada dental superior y se divide en paladar duro (constituido por hueso) y el paladar blando (tejido muscular). En ocasiones, durante las etapas de crecimiento del niño, el hueso del paladar no crece de la manera adecuada. Este fallo en el desarrollo del paladar puede dar origen a un paladar más estrecho de lo normal. Cuando sucede este tipo de anomalías, hablamos de paladar ojival. El único método que existe para solucionar este problema es la ortodoncia interoceptiva. Esta rama de la ortodoncia infantil se encarga de corregir y favorecer el crecimiento del hueso maxilar de los niños. Por norma general, el tratamiento se comienza a aplicar cuando el niño cumple los 6 años de edad. Gracias a la ortodoncia interceptiva, el odontólogo conseguirá ensanchar el paladar superior del niño evitando problemas tan severos como la maloclusión.

¿Cuál es el origen del paladar ojival?


Los principales detonantes del paladar ojival son los siguientes:

Respirar por la boca: enfermedades o anomalías como la deformación del tabique nasal o la sinusitis (inflamación de los senos paranasales) pueden provocar que el niño tome la mala costumbre de respirar por la boca. La respiración bucal es uno de los principales desencadenantes del mal desarrollo del paladar.

Succión del dedo: resulta bastante común que los bebes y niños más pequeños se lleven los dedos a la boca y los succionen. Un hábito que procede de su etapa de lactancia. No obstante, una vez que acaba esta etapa resulta fundamental corregir esta conducta, ya que de prolongarse en el tiempo podría dar lugar a un crecimiento irregular del paladar. Además, esta costumbre también puede causar maloclusiones en la etapa adulta.

Empleo prolongado del chupete: el propósito de los chupetes o tetinas es básicamente fomentar la tranquilidad de los recién nacidos. Los bebes recién nacido nacen con el instinto de chupar: porque están cansados, porque están desanimados, porque necesitan consuelo… Se trata de un impulso natural que en nada tiene que ver con su necesidad de alimentarse. De ahí, que los pediatras recomienden su uso. No obstante, su empleo no debe prolongarse más allá de los dos años de vida. Al igual que con la succión de los dedos, cuando se alarga el uso del chupete, este hábito puede dar lugar a un mal desarrollo del paladar.

Deglución atípica: se refiere a la colocación incorrecta de la lengua a la hora de tragar los alimentos, la cual también puede dar origen a un mal desarrollo del paladar.

¿Cómo saber si su hijo tiene el paladar estrecho?


Rara vez el paciente o sus allegados son conscientes de esta anomalía hasta que ha alcanzado un punto crítico de desarrollo. Lo habitual es que sean los odontólogos u odontopediatras quienes detecten este problema en la estructura del hueso maxilar superior de los niños. Ya sea mediante un examen manual, ya sea mediante radiografías o el estudio del historial clínico del paciente. De ahí, que siempre os estemos insistiendo en la importancia de las revisiones odontológicas periódicas. No obstante, existen algunas pistas que pueden ayudar a los padres a ser conscientes de que sus hijos corren el riesgo de desarrollar un paladar estrecho:

Mordida cruzada: se caracteriza por la mordida de la arcada superior de los dientes dentro de la arcada inferior. La mordida correcta es aquella en la que los dientes superiores muerden por fuera de los inferiores. Esta costumbre además del paladar ojival, está detrás de otros problemas como el desgaste prematuro de los dientes y de las encías.

Inclinación de los dientes: los dientes del paciente no se encuentran alineados en la posición correcta, ya que se inclinan buscando la forma más conveniente para morder.

Apiñamiento dental: los dientes montados se forman cuando, a la hora de erupcionar, no encuentran el espacio suficiente en la boca. Si bien los dientes montados son un problema de estética muy importante, también lo son de salud. El apiñamiento de los dientes puede dar lugar a la estrechez del paladar, la inflamación de las encías, dificultad para la higiene dental…

Consecuencias del paladar ojival en los niños


El paladar ojival debe ser tratado cuando antes, ya que puede suponer graves problemas bucodentales para el paciente. Las principales consecuencias del paladar estrecho en los niños son:

– Dificultad en la erupción de los dientes de leche y definitivos.

-Apiñamiento dental severo.

-Mordida cruzada.

-Mala higiene dental: por lo tanto, mayor riesgo de padecer caries, gingivitis, periodontitis y demás.

-Alteraciones en el desarrollo del hueso maxilar: dando lugar a maloclusiones graves tanto en la niñez como en la edad adulta.

¿Cómo se corrige el paladar estrecho en niños?


El disyuntor de paladar es el dispositivo de ortodoncia interceptiva que se encarga de corregir esta anomalía. Se trata de un aparato, con un mecanismo muy sencillo, que presiona los dientes de forma lateral hasta que se produce el ensanchamiento del paladar. El disyuntor de paladar se coloca en la arcada superior de los dientes. Concretamente, en los molares. Se trata de un aparato de ortodoncia fijo, por lo que los niños no pueden extraerlo en ningún momento.

La duración del tratamiento depende del grado de afectación, pero lo habitual es que el disyuntor de paladar se coloque durante un periodo de entre 6 y 18 meses. Una vez ensanchado el paladar, el odontólogo procede a un tratamiento de ortodoncia convencional para colocar los dientes del paciente correctamente, asegurando la funcionalidad de la boca. Debemos tener en cuenta, que debido al desarrollo del paladar ojival, la erupción y el crecimiento de los dientes habrá sido anómalo. Por tanto, se necesita corregir con ortodoncia infantil cualquier anomalía en la alineación de los dientes de los niños.

¿En qué consiste la ortodoncia infantil Myobrace?

Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la mejor manera de evitar que vuestros hijos desarrollen problemas dentales y futuras visitas al dentista en su edad adulta es la prevención. La ortodoncia infantil es una especialidad odontológica que se encarga de corregir los dientes y huesos mal colocados en la boca de los niños. Dentro de esta especialidad podemos encontrar dos clases de tratamientos en función del tipo de aparato: fijos (brackets) y removibles. En el artículo de hoy, os vamos a hablar de la ortodoncia Myobrace, uno de los tratamientos con aparatos removibles más populares de la actualidad. La ortodoncia con aparatos Myobrace permite que el niño pueda tener los dientes alineados correctamente desde una edad muy temprana. De hecho, la mayoría de los problemas bucodentales de los niños se pueden corregir de manera precoz. Mucho antes de que tengan consecuencias severas para su salud bucodental.

Myobrace: la mejor ortodoncia infantil removible


Una de las grandes virtudes de este tipo de ortodoncia infantil es que puede aplicarse en los niños a edades muy tempranas. Concretamente, se recomienda su uso en niños de entre 3 y 12 años. Por lo tanto, estamos hablando de un tratamiento que se puede iniciar mucho antes de que el niño desarrolle los dientes definitivos. Obviamente, esto permite prevenir el desarrollo de enfermedades dentales, al tiempo que se estimula el correcto crecimiento de los huesos maxilares. De esta manera, conseguimos evitar que los más pequeños de la casa padezcan problemas como el apiñamiento de los dientes o las maloclusiones. En ambos casos, hablamos de anomalías que requieren de un tratamiento ortodóntico mucho más costoso.

La ortodoncia Myobrace es un procedimiento que también se utiliza para corregir muchas otras anomalías: mejora el desarrollo facial, evita la extracción de dientes sanos, el uso de retenedores fijos, mejora la salud general… También es un método muy eficaz a la hora de corregir problemas durante la masticación o la respiración en los niños. Por último, la ortodoncia de este tipo tiene otro importante atributo: es removible. La ortodoncia Myobrace consiste en un conjunto de aparatos removibles compuestos de silicona muy cómodos. Los niños solo necesitan llevarlos puestos durante la noche y una pequeña parte del día para que el tratamiento haga efecto. En definitiva, son mucho más cómodos que otros tipos de ortodoncia infantil como los brackets.

¿Cuánto tiempo dura la ortodoncia Myobrace?


Como en cualquier otro tratamiento odontológico, la duración de la ortodoncia Myobrace dependerá de cada paciente. No obstante, los mejores resultados se consiguen cuando el procedimiento se inicia a edades tempranas. Esto se debe a que resulta más sencillo corregir malos hábitos dentales en los niños más pequeños. Asimismo, los problemas de desarrollo de dientes y huesos también son más fáciles de evitar mientras la cara y mandíbula están en su etapa de crecimiento.

De todos modos, este tipo de ortodoncia infantil suele aplicarse por un periodo de entre 18 y 24 meses. Por supuesto, estas estimaciones cuentan con que el paciente cumpla con las indicaciones que el ortodoncista le haya recomendado. Principalmente, aquellas que tienen que ver con el tiempo que debe llevar puesto el aparato. Como en cualquier clase de ortodoncia removible, si no se cumple con estas indicaciones, los resultados pueden retrasarme de forma innecesaria.

¿Qué etapas tiene el tratamiento de ortodoncia Myobrace?


Este procedimiento consta de cuatro etapas que enumeramos a continuación:

  1. Corrección de hábitos: esta primera fase consiste en corregir los malos hábitos que adquirido el paciente. El niño aprenderá en esta etapa a respirar por la nariz en lugar de la boca, a colocar la lengua en la posición correcta, a mantener los labios juntos cuando no esté comiendo o hablando y a tragar la comida de la manera adecuada. Estos hábitos orales son los que evitan que el paciente desarrolle problemas dentales como el apiñamiento o la maloclusión. De esta manera, podemos prevenir el uso de brackets en el futuro.
  2. Desarrollo del arco: los niños que presenten un desarrollo insuficiente del arco tendrán que someterse a esta fase del tratamiento. En esta etapa se trata de ensanchar el maxilar superior del paciente para que haya el espacio necesario para los dientes y la lengua.
  3. Alineación de los dientes: esta fase del procedimiento se aplica cuando los últimos dientes permanentes están en erupción. Se trata de un aparato de ortodoncia Myobrace desarrollado para niños adolescente, cuyo objetivo es logran que los dientes definitivos se alineen en su posición natural. Debido a la propia naturaleza del tratamiento, este aparato debe llevarse puesto durante todo el tiempo que el odontólogo haya estimado. Ciertamente, durante toda la noche y algunas horas del día. No obstante, esto dependerá de las condiciones individuales de cada paciente.
  4. Retención: la fase final de la ortodoncia Myobrace tiene como objetivo que los dientes permanezcan alineados en su posición natural. Además, también se busca que el paciente mantenga los buenos hábitos orales a lo largo de toda su vida. Una vez que se retira el aparato, generalmente se requiere un retenedor para evitar que ocurra una recaída durante un tiempo. Sin embargo, sí se mantienen los hábitos orales correctos, los resultados suelen prolongarle a lo largo del tiempo.

Definitivamente, este tipo de ortodoncia infantil es mucho más cómoda para los niños que los aparatos tradicionales. Si quieres conocer más acerca de este tratamiento, visítanos en nuestra clínica de Praxis Dental Toledo. Adaptaremos tu caso para proporcionarte el tratamiento más cómodo y eficaz.

Dientes de tiburón en niños: ¿Qué son y cómo solucionarlo?

Si usted es un asiduo del National Geographic, sabrá cómo son los dientes de tiburon. Estos imponentes y majestuosos depredadores del mar, a diferencia de los humanos y la mayoría de las especies de animales, cuentan con dos filas de dientes en su boca. Dos poderosas filas de dientes que desgarran y trituran en un abrir y cerrar de ojos a sus presas. Además, la dentadura de los tiburones se cae y sustituye rápidamente. Ahora bien, ¿sabe usted que esto puede también suceder en los seres humanos?

Aunque pueda parecer algo extraño, lo cierto es que hay ocasiones en las que los niños desarrollan una dentadura –temporalmente- que se asemeja a la del tiburón. Obviamente, en este caso se trata de una anomalía, no de algo natural. Como padres, si nuestros hijos presentan este problema en su dentadura, es lógico preguntarse si esto puede traer consecuencias a largo plazo. Por este motivo, hoy queremos mostraros todo cuanto necesitáis conocer sobre los dientes de tiburón en niños.

¿Por qué mi hijo tiene dientes de tiburón?

La presencia de dientes de tiburón en niños es algo más común de lo que solemos creer. En España se estima que entre el 10% y el 15% de los niños presentan esta anomalía. Hay que tener presentes que la dentadura de tiburón no es una cuestión por la que tengamos que alarmarnos. Por norma general, conforme erupcionan los dientes definitivos, estos empujan a los de leche hasta hacerlos caer. Sin embargo, cuando la dentadura temporal no se cae al momento de la erupción de la definitiva, hablamos de los dientes de tiburón. Obviamente, esto provoca que surjan dos hileras de dientes en la boca de los niños. Una anomalía que afecta principalmente a la estética.

Quizás, lo más llamativo de este problema dental es que la alineación de dos hileras de dientes se da tan solo en una parte de la dentadura. A pesar de los numerosos estudios realizados sobre esta rareza, no hay una explicación definitiva que sea capaz de explicar por qué los niños desarrollan dientes de tiburón. No obstante, entre los odontopediatras y demás expertos en odontología existen dos teorías:

  1. Raíces muy fuertes: la primera razón a la que apuntan los especialistas es a la presencia de una raíz más fuerte en la dentadura temporal que en la definitiva. Por lo tanto, cuando sucede esto, los dientes definitivos no pueden hacer caer a los de leche con facilidad. El proceso les lleva más tiempo de lo habitual.
  2. Falta de espacio: la otra hipótesis es que la mandíbula del niño no dispone del suficiente espacio para acomodar los dientes definitivos de forma correcta. Dicho de otro modo, como el espacio está limitado, la dentadura definitiva erupcionan por donde pueda.

Como ya se ha indicado, no debe porque alarmarse sí su hijo desarrolla dientes de tiburón. Es un problema muy común entre los más pequeños de la casa. En primer lugar, tiene que prestar atención a cómo evoluciona la dentadura de sus hijos cuando se produce la erupción de los dientes definitivos. De esta forma, podrá verificar si todo va bien o, por el contrario, si se está produciendo alguna anomalía. No olvide, por supuesto, llevar a su pequeño a revisiones periódicas a la clínica del odontopediatra, ya que es la mejor manera de prevenir este y otros muchos problemas.

Entonces, ¿cuál es el tratamiento para los dientes de tiburón?

Cuando decimos que usted no debe alarmarse por esta anomalía, lo decimos porque en la mayoría de los casos se arregla por si sola. Por norma general, los dientes de leche, al cabo de unas semanas, terminan por caerse dejando todo el espacio para la dentadura definitiva. Esto sucede por dos motivos. En primer lugar, las raíces de los dientes definitivos terminan por absorber a la de los dientes de leche, obligándolos a caerse. En segundo lugar, porque el simple movimiento de la lengua de su hijo puede debilitar los dientes de leche hasta que estos se desprenden. Una vez que los dientes de leche se caigan, la dentadura definitiva empezará a tomar el lugar correspondiente de forma natural.

Ahora bien, ¿qué sucede si los dientes de leche no se caen de manera natural? Para empezar, bajo ningún motivo debe forzar que el diente se desprenda de la boca del niño. Es decir, tratar de extraer la pieza con alguna herramienta que tenga en su casa o ejerciendo presión sobre ella. Si hace esto, probablemente, dañe los dientes definitivos de forma permanente. Además, causará dolor en el niño. Dicho esto, si los dientes de leche no se caen de manera natural, el odontopediatra tiene dos opciones para solucionar este problema. La primera es proceder a la extracción de la pieza que requerirá cuidados en casa. En segundo lugar, y únicamente en los casos más complejos, el odontólogo recurrirá a tratamientos de ortodoncia infantil, para solucionar la maloclusión generada por los dientes de tiburón en niños.

¿Su hijo presenta dientes de tiburón? Venga a visitarnos a nuestra clínica de Praxis Dental en Toledo. Garantizamos el mejor asesoramiento y los mejores tratamientos en odontología infantil. ¡Pide tu cita sin compromisos!

Diastemas: causas, complicaciones y tratamientos

En Praxis Dental Toledo nos resulta frecuente tratar con padres muy preocupados por una anomalía muy común en los niños. Concretamente, un problema relacionado con una separación excesiva entre los incisivos centrales o paletas de sus hijos. Este tipo de trastornos dentales en odontología lo denominamos como diastemas. Quizás, usted nunca haya escuchado este término, pero seguro que ha visto a muchos nichos con las paletas demasiado separadas. Lo cierto es que más del 90% de los menores, a partir de los cinco años, presentan este problema. En especial, cuando sus dientes de leche comienzan a dar paso a los definitivos.

En primer lugar, en Praxis Dental Toledo queremos decirle que sí su hijo tiene diastema, no se alarme. La mayoría de los niños experimentan este trastorno dental cuando cambian los dientes temporales por los permanentes. Asimismo, más del 90% de los casos de diastemas se solucionan por sí solos una vez que la dentadura definitiva ha brotado por completo. Por lo tanto, se estima que únicamente entre el 2% y el 7% de los adultos presentan esta anomalía. No obstante, en los casos más problemáticos o persistentes, los diastemas pueden provocar problemas bucodentales en los niños como dificultad para masticar, molestias en la mandíbula, dolores de cabeza, cervicales y cuello o lesiones en sus encías. En estos casos, es indispensable un diagnóstico precoz y un posterior tratamiento en función de las características de cada paciente.

¿Cuáles son las causas del diastema?

El principal motivo por el que los niños padecer esta anomalía se debe a cuestiones de herencia genética. Si los padres presentaron en su niñez diastemas, lo más probable es que sus hijos también las tengan. No obstante, hay muchas otras razones que están detrás de este trastorno dental. Estas son las más comunes:

  1. Dientes demasiado pequeños: el desarrollo de dientes pequeños o microdoncia es una anomalía poco común. Sin embargo, es una de las principales causas del diastema. Al tratarse de dientes pequeños, el niño presenta en su dentadura espacios interdentales. Obviamente, estos espacios interdentales también incluyen a sus incisivos centrales o paletas.
  2. Ausencia de piezas dentales: cuando al paciente le falta una pieza dental –ya sea porque la ha perdido o porque todavía no le ha brotado-, al existir mayor espacio, los dientes suelen colocarse de diferente manera a lo habitual. Esta recolocación puede provocar que haya huecos entre ellos, incluidos, los incisivos centrales.
  3. Frenillo del labio demasiado ancho: se produce cuando el frenillo que une el labio a la dentadura es demasiado ancho. Cuando ocurre este trastorno, el frenillo ocupa parte del espacio entre los dientes obligándolos a separarse.
  4. Macroglosia: esta palabra hace referencia a las personas que tienen una lengua más gruesa de lo común. La macroglosia puede empujar los dientes de sus hijos hasta que se cree un espacio entre ellos. En especial, en los incisivos dentales o paletas.

Posibles consecuencias de los diastemas

La separación excesiva entre los incisivos centrales no tiene por qué generar siempre problemas más allá de los estéticos. Sin embargo, en los casos más graves, los niños pueden sufrir consecuencias poco deseables:

  1. Caries: cuando hay presencia de espacios interdentales, es más fácil que las bacterias se acumulen en los dientes y las encías.
  2. Lesiones en las encías
  3. Molestias: muy a menudo, esta anomalía conlleva que los niños no puedan morder ni masticar bien los alimentos. Estos contratiempos pueden ser muy severos, ya que están detrás de problemas como el dolor de cabeza, de mandíbula, de cervicales o de oídos.
  4. Mala pronunciación: al existir un espacio demasiado amplio entre las paletas, los niños suelen tener problemas para pronunciar correctamente las palabras. Por esta razón, si los diastemas persisten tras el desarrollo de la dentadura definitiva, es importante acudir a una clínica odontológica para valorar si es necesario recurrir algún tipo de tratamiento.

Tratamientos para el diastema

Ortodoncia: los tratamientos ortodónticos son los más comunes a la hora de solucionar este problema. Aunque la ortodoncia es el proceso más largo, consigue que desaparezcan todos los espacios interdentales, incluidas, los diastemas. Actualmente, existen dos tipos de ortodoncia: la clásica con brackets metálicos y la ortodoncia trasparente (Invisaling). La primera es más económica, pero la segunda no perjudica la estética del paciente.

Frenectomía: este procedimiento se realiza cuando el frenillo del paciente es demasiado ancho. Consiste en eliminar parte del frenillo o reducir el tamaño de este hasta que los dientes puedan ocupar el lugar que les corresponde.

Carillas dentales: se trata de la técnica más rápida y, además, no causa ningún tipo de molestias en los pacientes. Las carillas dentales son láminas de cerámica que el odontólogo coloca sobre las piezas dentales para que estas tengan una apariencia normal. Las carillas dentales se adhieren a los dientes. No obstante, este procedimiento solo está indicado cuando exista una desproporción entre los dientes y el hueso maxilar. En realidad, se trata de una solución estética.

Si el diastema persiste en su hijo, incluso cuando este haya desarrollado la dentadura definitiva, no dude en visitarnos. En Praxis Dental Toledo contamos con un equipo de expertos con gran experiencia en tratamientos de ortodoncia infantil y carillas dentales. Disponemos de instalaciones y material de gran calidad y  profesionales en odontopediatría. No tenga la mejor duda de que sabremos solucionar el diastema de sus hijos. Además, todos nuestros procedimientos tienen garantía y descuentos.

Láser dental ventajas en Odontopediatría

Durante la infancia, la salud bucodental de los más pequeños es muy importante en su desarrollo y tratar de que esta se produzca de forma fluida y sin problemas graves es una cuestión primordial. En Praxis Dental Toledo siempre os insistimos en la importancia de acudir con los niños regularmente a una clínica. Solo de esta manera podréis prevenir a tiempo cualquier tipo de anomalía en la boca de los más pequeños. Pero el dentista que les atienda debe ser un especialista en niños, es decir, un odontopediatra como el que tenemos en nuestra clínica. Los odontopediatras son odontólogos especializados en la salud bucodental de los niños. Uno de los avances más relevantes que se han producido recientemente en las clínicas de odontología infantil es el láser dental.

Hace apenas unos años, cuando los más pequeños asistían al odontopediatra sabían que este especialista comenzaría a meterles por la boca aparatos extraños que hacían mucho ruido. Instrumentos que, en el caso de no estarse quietos, podían producirles daño. Obviamente, esto provocaba que los más pequeños evitasen a toda costa visitar la clínica. No es de extrañar que muchos de ellos sintiesen un miedo real al tener que volver a ver a un dentista. No obstante, gracias al desarrollo de la tecnología láser esto ya es cosa del pasado. Al menos en clínicas como Praxis Dental Toledo, donde disponemos de un láser dental de última generación. A continuación, os presentamos la odontopediatria laser y sus ventajas.

¿Qué es y en qué consiste la odontología u odontopediatría láser?

Como ya habréis podido sospechar, la odontopediatria láser es aquella en la que utilizamos este aparato para llevar a cabo los procedimientos dentales. Hay muchas técnicas de odontología en las que este artefacto nos es de gran ayuda, dada su precisión y su capacidad para evitar hemorragias. Por norma general, los procedimientos con láser dental son menos dolorosos por estos dos motivos, y de ahí que ya la mayoría de las clínicas los hayan incorporado. Sin embargo, en este punto también juega un papel importante la habilidad del propio odontopediatra. Un buen odontopediatra debe realizar los procedimientos de la forma más efectiva, pero también debe saber tratar a los niños. Tiene que trasmitirles una sensación de seguridad y de comodidad. El láser dental se suele usar para tratar problemas bucodentales como quistes, llagas, aftas, regeneración de nervios y, por supuesto, para blanquimientos dentales. También se emplea para tratamientos de ortodoncia, pulpares, traumatismos, gingivitis y herpes labial.  Además, el láser nos permite ver todos los tejidos dentales y la encía de los niños en tiempo real. Por lo tanto, es vital a la hora de localizar posibles anomalías a tiempo. Existen dos tipos de láser dental: el de tejidos duros y el de tejidos blandos. Lo que les diferencia es la longitud de onda que emiten.

¿Entonces, cuáles son las ventajas del uso del láser en odontopediatría?

El láser dental ha llegado a las clínicas como Praxis Dental Toledo para quedarse. Son una magnífica alternativa, una gran oportunidad para mejorar la atención a la salud bucodental de los más pequeños de la casa. Esta herramienta, como ya hemos comentado con anterioridad, presenta unas características muy diferentes a las herramientas tradicionales tan temidas por nuestros hijos. La tecnología láser ha permitido que las molestias y el dolor, cada vez que el niño acudía a consulta, sean algo del pasado. Durante el uso del láser dental, apenas hay ruido alguno. Las vibraciones o el calor que desprenden las herramientas tradicionales ya no existen. Otra gran cualidad de esta tecnología es que es mucho, mucho menos invasiva. El sangrado en los tratamientos de tejidos blandos es ínfimo, es decir, su hijo tendrá muy pocas molestias tras la intervención.

Por otra parte, al tener menos molestias su hijo no evitará acudir a la clínica del odontopediatra. Por lo que los tratamientos pertinentes se podrán realizar con mayor velocidad y efectividad. Al mismo tiempo resultarán más cómodos para el niño. La odontología láser infantil tampoco requiere del uso de anestesia local, que sí es necesaria con las herramientas tradicionales por sus fuertes sonidos, calor y vibraciones. De nuevo, hay que señalar que este aspecto tranquiliza tanto a los padres como al paciente, en este caso el niño. Un niño relajado y cómodo, es un paciente fácil de tratar. Un paciente que no opone resistencia durante los procedimientos, recibirá un tratamiento más seguro, efectivo y rápido. Por lo tanto, esto hará que el tiempo en el sillón del dentista sea menor, lo que abarata los costes del tratamiento. Del mismo modo, la recuperación será más veloz y su hijo podrá volver a la rutina mucho antes.

La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica (AAPD) reconoce el uso de láseres como un instrumento beneficioso para brindar tratamientos especializados a los pacientes pediátricos, incluidas las personas con necesidades especiales.

Saburra lingual en niños

¿En qué consiste la saburra lingual?

Cuando en la lengua de los niños se forma una capa de color blanquecino, hablamos de saburra lingual. Esta anomalía se forma debido a la acumulación de los restos de comida, así como a las bacterias que se nutren de estos. La saburra lingual, por norma general, comienza a formarse en el extremo interior de la lengua. A medida que esta va ganando volumen, el dorso de la lengua se vuelve completamente blanco. A esta afección, en odontología, se le denomina lengua saburral. Antes de proseguir, hay que decir que la lengua siempre tiene una pequeña capa de color blanco, pero está no ocupa toda su superficie. En caso contrario, sí estaríamos ante un problema. Cuando el niño tiene una higiene dental adecuada y goza de buena salud, su lengua tiene un color rosado y se encuentra en un punto de humedad óptimo (ni muy húmeda, ni muy seca). Por el contrario, si existe una capa gruesa de color blanquecino en su lengua significa que algo no anda bien en su cavidad oral. Si se percata de que la boca de su pequeño presenta saburra lingual, es hora de que acuda a su odontopediatra de confianza.

Causas de la lengua saburral en los niños

La saburra lingual es un problema que se da tanto en adultos como en niños. No obstante, estos últimos presentan causas diferentes a la de los mayores a la hora de diagnosticar una lengua blanca. Veamos cuáles son los motivos de la lengua saburral en niños:

  1. Mala alimentación: uno de los principales motivos por los que un niño puede tener la lengua blanca tiene que ver con los alimentos que consume. Aquellos productos ricos en azúcares como la bollería industrial y las golosinas cuentan con una gran concentración de azuzar. Estos alimentos favorecen el desarrollo de bacterias en la boca y, por tanto, la aparición de la saburra lingual. Por esta razón, resulta imprescindible inculcar buenos hábitos alimenticios a los más pequeños. Los niños deben tomar mucha fruta, verdura y proteínas.
  2. Deshidratación: en especial, durante los meses de mayor calor. La deshidratación favorece que la boca de los niños sea más propensa a coger infecciones. Cuando ingerimos los suficientes líquidos, facilitamos el trabajo de la saliva. La saliva se encarga de eliminar los restos de comida de la boca e impide que las bacterias hagan su cometido. De ahí que los niños deban estar siempre bien hidratados.
  3. Higiene bucodental deficiente: como ocurre con la mayoría de los problemas bucodentales, una mala higiene dental también fomenta la aparición de la saburra lingual. Si usted ha detectado que su hijo tiene saburra lingual puede que su higiene bucodental no sea la adecuada. Llegados a este punto, resulta imprescindible que enseñe a su hijo a cepillarse los dientes correctamente. Que aprenda a hacerlo siempre después de cada comida.
  4. Candidiasis: los hongos pueden aparecer en los niños también y es una de las causas de la lengua blanquecina. La infección por hongos debe ser tratada por un médico en lugar de un odontopediatra. Esta suele desaparecer mediante antibióticos, pero es impredecible que el niño sea examinado por un profesional.
  5. Halitosis: solemos pensar que el mal aliento es una dolencia que solo presentan los adultos, pero no es así. Lo cierto es que los bebes y los niños también pueden desarrollar halitosis. Por ejemplo, problemas de salud como la gripe o la faringitis fomentan la aparición del mal aliento. Sin embargo, en estos casos la saburra lingual tiene muy fácil solución. Cuando tratemos el mal aliento del niño, la capa de color blanco de la lengua desaparecerá en un corto periodo de tiempo.

¿Qué síntomas produce la lengua blanca en niños?

Generalmente, esta anomalía se manifiesta del mismo modo que en los adultos. La lengua del niño tendrá un tono de color blanco. Esta capa no suele provocar ningún dolor, pero alterará la percepción de los sabores y olores. Además, también puede producir halitosis, como ya se ha indicado. En la clínica Praxis Dental de Toledo, pondremos a su disposición a nuestro odontopediatra más experimentado para que haga un diagnóstico de la lengua de su hijo. Para empezar, observaremos la lengua del niño. Después, le preguntaremos si siente algún tipo de dolor o de picor. De este modo, podremos diferenciar la saburra lingual de, por ejemplo, la candidiasis oral.

Consejos para evitar la lengua blanca en niños

Cuando se trata de una enfermedad en la cual, o bien el médico, o bien el odontopediatra, deben actuar, usted  debe acudir cuando antes a consulta. Solo mediante el trabajo de estos especialistas se podrá erradicar la lengua blanquecina. No obstante, cuando la aparición de la saburra lingual se deba a una deficiente higiene bucodental, puede adoptar estos consejos para evitar el problema:

– Asegúrese de que se cepilla los dientes después de cada comida con una pasta especial para niños.

– Evite que el biberón de su bebe contenga bebidas con azúcar.

– Enseñe a su hijo a llevar una alimentación sana.

– Acuda al odontopediatra con si hijo cada seis meses para un chequeo rutinario.

Odontopediatría en niños de 0 a 3 años

En Praxis Dental contamos con un fantástico equipo de profesionales con mucha experiencia en la Odontopediatría. Como muchos de ustedes sabrán, la Odontopediatría es una rama dentro de la Odontología que se enfoca en atender a los más pequeños de la casa. En nuestra clínica llevamos más de una década tratando toda clase de enfermedades bucodentales en los niños. Desde sus primeros meses de vida hasta la llegada de la pubertad. Comenzamos con la una exploración de la boca del paciente; seguidamente, detectamos las posibles anomalías; a continuación, estudiamos el procedimiento más adecuado; y, por último, aplicamos el tratamiento de forma rigurosa. Nuestro objetivo es que sus hijos puedan lucir siempre una sonrisa sana y brillante. Además, nos encargamos de trasmitir, tanto a usted como a su hijo, cuáles son los hábitos correctos de higiene dental. Al fin y al cabo, cepillarse correctamente los dientes es el método más efectivo para asegurar un futuro bucodental saludable. En Praxis Dental ofrecemos diferentes tipos de procedimientos en función de la edad del paciente.

En este post, vamos a mostrarle cuáles son los tratamientos de Odontopediatría que llevamos a cabo en los pacientes menores de tres años. Del mismo modo, le enseñaremos una serie de indicaciones para que la boca de su hijo este siempre sana.

1. Seguimiento dental desde el nacimiento

El secreto de una sonrisa sana está en la prevención. El mejor método para prevenir la aparición de anomalías bucodentales en los niños es seguir su evolución dental desde que nacen hasta que llegan a la adolescencia. En Praxis Dental llevamos años realizando chequeos dentales a los niños desde que llegan a este mundo. Como ya hemos comentado en muchas otras ocasiones, lo recomendable es llevar a los niños a consulta por primera vez cuando han cumplido los seis meses de vida. Por desgracia, pocos padres lo cumplen ignorando que esta puede ser la clave para que su bebe tenga en el futuro una salud dental de hierro. Los chequeos rutinarios desde edades tempranas son muy importantes por dos motivos. En primer lugar, mediante estos los padres reciben toda la información necesaria acerca de como debe ser la higiene dental de sus hijos. En segundo lugar, en la primera consulta se establece un programa de prevención para el paciente. Por tanto, los chequeos ayudan a evitar que los niños padezcan enfermedades como la caries dental. Además, gracias a estas visitas se pueden someter a tratamientos como la ortodoncia a tiempo.

2. Todo sobre los dientes de leche

La dentición primaria, es decir, los dientes de leche comienzan a formarse en la quinta semana de gestación. Su formación concluye cuando el niño tiene entre 24 y 30 meses. Una de las etapas más molestas durante la primera infancia es aquella en la que se produce la erupción de los dientes de leche. La razón es que durante este tiempo la encía de nuestros hijos está constantemente inflamada debido a la salida de las piezas dentales. En los casos más extremos la irritabilidad, el mal humor, la dificultad para comer ciertos alimentos y las diarreas, formar parte de la rutina del niño. Sin embargo, gracias a la Odontopediatría existen muchos métodos y tratamientos encaminados a aliviar estas molestias como, por ejemplo, el uso de mordedores.

Contrario a lo que muchos padres piensan, mantener una higiene dental correcta durante esta fase de la vida es muy importante. Los dientes de leche cumplen un gran número de funciones de vital importancia. Por ejemplo, la de permitir que el niño mastique bien los alimentos y, por tanto, que esté bien alimentado. También ayudan a mejorar la pronunciación de ciertas palabras. Del mismo modo, la dentadura primaria se ocupa de mantener el espacio para la salida y colocación adecuada de los dientes definitivos. Por el contrario, la perdida de un diente por caries o traumatismos puede originar anomalías en la colocación del resto de piezas dentales. Además, los dientes de leche favorecen el crecimiento de los maxilares y de los músculos faciales de forma idónea. Se debe recordar que algunos dientes de leche no se recambian hasta los 12 años de edad.

3. Referente al uso del chupete en la infancia

Para comenzar, el uso del chupete y la succión de los dedos, son hábitos de lo más normales en los niños que aún no han cumplido los tres años. Usted, debe saber que a partir de los dos años estas costumbres pueden afectar al desarrollo bucodental de los niños. En Praxis Dental recomendamos que estas prácticas sean eliminadas antes de que el niño cumpla los tres años. En caso contrario, probablemente la boca de su hijo presente secuelas en forma de maloclusiones. La maloclusión dental hace referencia a una incorrecta alineación de los dientes, así como a un tamaño diferente entre la mandíbula superior e inferior. Los síntomas derivados de esta anomalía incluyen: dificultad al masticar los alimentos, dolor en los músculos faciales, respiración por la boca sin cerrar los labios, dolores de cabeza frecuentes y problemas estéticos.

4. Higiene dental en los bebes

Aunque muchos padres lo ignoran, lo cierto es que la higiene bucodental es importante incluso durante los primeros meses del bebe. En nuestra clínica de Odontopediatría nunca nos cansamos de repetir que hay que limpiar la cavidad oral del bebe desde sus primeros meses de vida. Y es que esta es la clave para prevenir la caries en los más pequeños. Si todavía no han erupcionado los dientes de leche, solo es necesario limpiar las encías con una gasa húmeda. Por contra, una vez que ha brotado la primera pieza, los padres deben cepillarle dos veces al día la boca al niño. En este punto, cabe señalar que el cepillado debe ser especialmente meticuloso después de la cena. Recordemos que durante la noche producimos menos saliva, lo cual favorece el trabajo dañino de las bacterias. Una labor que puede desembocar en la aparición de las temidas caries. Respecto al cepillo, este debe ser adecuado al tamaño de la boca del niño. Además, no olvidemos que la pasta dental debe contener flúor.

Desde Praxis Dental esperamos que este artículo le haya servido para conocer que tratamientos de Odontopediatría se realizan en la primera infancia. No dude en consultarnos o en visitarnos si cree que su hijo necesita un chequeo o un tratamiento dental. Estamos en calle Agua, número 44, de Bargas (Toledo).

Llagas orales en los niños

En Dentistainfantiltoledo solucionamos cualquier tipo de dudas a los papas que acuden con sus hijos: como debe ser la higiene oral, como afecta la caries al niño, que hacer después de una intervención… Pero, también en nuestra consulta, resolvemos cuestiones a cerca de la presencia de llagas orales o aftas en la boca de los niños. De esta dolencia, más común de lo que se piensa, os vamos a hablar en este artículo.

¿En qué consisten las llagas o aftas orales?

Las aftas orales son llagas o úlceras que surgen en la cara interna de la mejilla, en los labios o en el paladar. Las llagas orales pueden presentarse de dos colores distintos: amarillo/rojizo (en este caso, la infección está en su máximo apogeo), y blanco (cuando la herida ha comenzado a curarse). Otra de las características de las aftas orales es la variabilidad de su tamaño pues dependiendo del grado de infección así será su magnitud. Cuando las llagas orales son de pequeño tamaño hablamos de una leve infección. Por el contrario, si la infección es grande la ulcera también lo será. En este punto, cabe reseñar que las llagas orales de gran magnitud resulta muy molestas y dolorosas para el paciente. Además, en los casos más graves puede darse el hecho de que las llagas erupcionen de forma masiva. Es decir, en lugar de que la boca del niño presente solo una herida se habrán formado varias (normalmente, entre tres y cuatro). Del mismo modo, dependiendo del grado de afección de las úlceras estas pueden durante entre 7 y 30 días. Durante este periodo el niño tendrá problemas para comer, lo cual afectara a su salud. De ahí, la importancia de conocer los tratamientos para curar las llagas orales.

Por último, cabe destacar que existe un caso aun más grave de aftas orales, las denominadas estomatitis aftosa. Esta clase de infección oral es la más grave de todas, ya que suele venir acompañada con fiebre, faringitis e inflamación de los ganglios del cuello. Se desconoce el motivo por el que aparece la estomatitis aftosa, pero se sabe que está relacionada con los componentes genéticos del paciente.

¿Por qué aparecen las llagas en la boca?

Existen múltiples motivos por los que aparecen las llagas orales en la boca. Sin embargo, las causas más frecuentes son estas dos:

1. Por infecciones: es la causa más común por la que el niño puede presentar llagas en su boca. Las aftas orales por infección son provocadas por un virus (principalmente, el herpes), una bacteria o un hongo. También es habitual que las infecciones se produzcan por alteraciones hormonales. En el caso de virus como el herpes simple, resulta de vital importancia cuidar que el niño no se toque la úlcera con el pie o la boca, ya que es contagioso. Por tanto, el herpes podría trasferirse a otras partes de su cuerpo. Los bebes y niños que presentar aftas orales suelen mostrarse muy irritados, dado que padecen molestias y dolores de bastante consideración.

2. Por Traumatismos: los traumatismos son el otro gran causante de las molestas y dolorosas úlceras en la boca del niño. Los traumatismos pueden ser de diferente origen: de un mordisco; de un golpe tras una caída; de un cepillado de los dientes demasiado brusco; de una restauración de una pieza dental que roza la mucosa oral, etc. Lo parte positiva de esta clase de aftas orales es que solo presentan un síntoma: las molestias y dolores que acarrea tener una herida en la boca.

Además, las úlceras pueden aparecer en la boca de nuestros hijos por muchas otras causas como las alergias alimentarias, la herencia genética, la falta de vitaminas y minerales, la ansiedad, la composición de la pasta de dientes, etc.

¿Como tratar las aftas orales?

Por norma general, las aftas orales no necesitan tratamiento. Es el propio organismo el que, con el paso de los días, se encarga de hacerlas desaparecer. Sin embargo, si las úlceras duran demasiado tiempo o si impiden una vida normal a nuestros hijos, podemos tomar las siguientes medidas:

1. Usar analgésicos: el ibuprofreso o el paracetamol, cada 8 horas, ayudan a aliviar el dolor más intenso.

2. Tratamientos tópicos: con ácido hialurónico (en gel, spray o enjuagues, según la edad y la localización de las llagas) o carbenoxolona (Sanodin) y solo en casos seleccionados y bajo prescripción médica con anestésicos locales como la lidocaína viscosa al 2% (fórmula magistral).

3. Cuidar la alimentación: como resulta lógico, para que el acto de masticar y deglutir los alimentos no resulte molesto para el niño, se debe poner especial atención en su dieta. La dieta debe ser blanda en la medida de lo posible. Asimismo se deben evitar alimentos muy duros, saldos, picantes o calientes.

4. hidratación abundante: en los casos más extremos -en especial, en los bebes-, cuando apenas seamos capaces de alimentar a nuestro hijo se recomienda el uso de soluciones de rehidratación oral que le aporten azúcares y minerales. Además, hay que asegurarse de que el bebe o el niño ingiere la cantidad de agua suficiente al día. De este modo, su organismo funcionara como es debido y, por tanto, la herida se le curara antes.

Consejos para prevenir las llagas en los niños

1. Adecuada higiene oral: se deben tomar las pautas oportunas para asegurar que los dientes y la boca de los niños están siempre limpios. La principal norma para asegurar esto es la de limpiar los dientes tras cada comida (desayuno, comida y cena), pero también tras la ingestión de cualquier alimento o bebida azucarada.

2. Dieta rica en verduras y frutas: estos alimentos aportar las vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Además, hay que evitar que el niño consuma alimentos ácidos. Por último, nuestro hijo no debe tomar platos demasiado calientes, puesto que estos favorecen el desarrollo de las llagas orales.

Odontopediatría: los mantenedores de espacio

¿Has oído hablar sobre los mantenedores de espacio en odontopediatría? En caso contrario, presta mucha atención al siguiente artículo. Los mantenedores de espacio son uno de los tratamientos de odontopediatría más eficaces a la hora de corregir patologías en la dentadura de los niños. Por ejemplo, a nuestra clínica de Praxis Dental resulta común que acudan niños que han perdido un diente de leche. Al faltar ese diente ya no hay nada que impida el movimiento de los adyacentes hacia el espacio que ha quedado libre. Esta patología -más común de lo que pensamos- puede traer consigo serios problemas a la hora del correcto desarrollo de la dentadura definitiva. Y es que los dientes que invaden este espacio impiden la salida -al menos, adecuada- de los definitivos. Es en este punto, donde entra en «acción» los mantenedores de espacio. Como su propio nombre indica, los mantenedores de espacio son dispositivos que se encargan de mantener abierto el espacio dejado por los dientes de leche perdidos. Dicho de otro modo, a través de este tipo de tratamientos usted se asegurará de que los dientes definitivos de su hijo podrán erupcionar sin complicaciones.

¿Qué tipos de mantenedores de espacio existen en odontopediatría?

Los últimos avances en odontopediatría han permitido el desarrollo de diferentes clases de mantenedores en función de su composición: de metal, de plástico o de acrílico. Del mismo modo, debemos diferenciar entre mantenedores de espacio fijos y móviles. Independientemente de la clase de dispositivo que se escoja, el niño solo deberá someterse al tratamiento cuando el odontopediatra lo recomiende. Solo esta clase de profesionales sabe cuándo es necesario un tratamiento de este tipo. Además, por razones obvias, su colocación debe permitir un cepillado adecuado de los dientes. Si su hijo ha perdido uno de sus dientes de leche no dudes en ponerte en contacto con nosotros o visite nuestra clínica. En Praxis Dental contamos con un equipo de profesionales muy eficaz liderado por un odontopediatra muy experimentado.

1. Mantenedores de espacio fijos: son dispositivos construidos sobre coronas que van colocadas en las piezas adyacentes al espacio que ha quedado libre. En dicho espacio se suelda un alambre que lo mantiene abierto impidiendo que el resto de piezas se desplacen. Por norma general, el odontopediatra lo utilizará para mantener el espacio de un solo diente. Esta clase de aparatos suelen usarse para reemplazar incisivos y caninos. Se caracterizan por ser de metal, por dificultar la higiene y por afectar a la estética del niño. Sin embargo, son más económicos que los removibles y no necesitan vigilancia continua.

2. Mantenedores removibles: se hacen sobre materiales como la resina y se mantienen en su posición por medio de ganchos adheridos a los dientes, los cuales actúan como pilares. En caso de necesitar recuperar un espacio, se les puede añadir tornillos o muelles. Una de las mayores ventajas de este tipo de aparatos es que permiten el reemplazo de varios dientes a la vez. Por otra parte, resultan mucho más estéticos que los fijos, así como un cepillado adecuado de la boca. Sin embargo, son dispositivos más costosos y necesitan de constantes revisiones por parte de la clínica de odontopediatría.

¿Por qué mi hijo ha perdido un diente de leche?

El motivo por el que su hijo puede necesitar un mantenedor de espacio ya lo hemos explicado: «asegurar que sus dientes definitivos pueden erupcionar sin problemas». Ahora bien, ¿cuál es la razón por la que ha perdido un diente de leche de forma prematura?.

En primer lugar, puede deberse a la existencia de una caries dental que ha destruido el diente. Contrario a lo que solemos pensar, en los dientes de leche también se forman caries que pueden acarrear su perdida. Por este motivo, ¡hay que enseñar buenos hábitos de higiene dental a los niños! La perdida de los dientes de leche también está relacionada con traumatismos, infecciones y la agenesia. La agenesia es una patología que se caracteriza por la ausencia de un diente de leche, es decir, la pieza no se ha formado. Sin importar la causa, resulta de vital importancia que, ante la falta de un diente de leche, la boca de nuestro hijo sea revisada por un odontopediatra. Solo estos profesionales cuentan con los conocimientos necesarios para preservar la salud dental de los más pequeños.

¿Qué ocurre si no se utilizan los mantenedores cuando es necesario?

Si no se utilizan los mantenedores de espacio probablemente los dientes definitivos erupciones torcidos. Entre los problemas derivados de una dentadura desviada destacan:

1. La caries: resulta complicado limpiar correctamente los dientes que han erupcionado torcidos. Por tanto, las probabilidades de padecer caries se multiplican, con lo que eso conlleva: dolor de muelas, sensibilidad dental, agujeros en los dientes, manchas de color marrón en el esmalte, etc.

2. Dificultad para masticar: como es obvio, cuando alguien tiene los dientes desviados su mordida es incorrecta. Entre los problemas que una mordida torcida acarrea encontramos: dificultad para masticar, problemas estéticos, mal aliento, bajo autoestima y tratamientos ortodóntico.

Resumiendo, los mantenedores de espacio evitarán que su hijo tengan muchos problemas de salud y de estética oral. Si crees que es necesario someterlo a esta clase de tratamientos llévelo cuanto antes a la clínica de odontopediatría

Preguntas: odontología para bebes

¿Estamos cuidando bien la boca y los dientes de nuestro bebé? Ésta es una de las cuestiones que nos plantean los padres de forma más recurrente cuando acuden con su bebe a nuestra consulta de Praxis Dental. Pues bien, la mejor manera de responder a esta pregunta es conociendo la respuesta a otras cuestiones.

1. ¿Cuándo se empiezan a formar los dientes de leche? ¿Y los permanentes?

Los dientes de leche comienzan a desarrollarse a partir de la sexta semana de embarazo, y su formación concluye cuando éstos erupcionan. Por este motivo, resulta muy importante que la madre embarazada siga una alimentación saludable. Por ejemplo, cuando un niño nace prematuro tiene muchas más probabilidades de sufrir alteraciones en su esmalte, ya que no ha contado con el tiempo adecuado para formarse por completo. Por otro lado, los dientes definitivos o permanentes empiezan a desarrollarse pocas semanas antes del parto, concluyendo su estructura cuando el bebe ha cumplido los tres años. En este caso, hay que tener en cuenta que la medicación puede influir en el correcto desarrollo del esmalte de los dientes definitivos.

2. ¿Qué valor tiene la lactancia para el desarrollo de la boca del bebé?

La lactancia es una etapa muy importante en el desarrollo de la boca del bebé. Para que la boca se forme correctamente debe haber trascurrido antes un tiempo en el que el bebé haya estado succionando el pecho de su madre. Está científicamente demostrado que los niños que han tenido una lactancia adecuada presentan menos dificultades derivadas de las maloclusiones que aquellos que han sido alimentados con el biberón desde los primeros meses.

3. ¿Cómo se debe usar el biberón para que la boca del niño se desarrolle correctamente?

Por lo dicho anteriormente, se recomienda retrasar lo máximo posible el uso del biberón en la alimentación del bebé. Ahora bien, cuando ya hemos comenzado alimentar a nuestro hijo con el biberón debemos tomar ciertas precauciones para que éste no perjudique al desarrollo de su boca. En primer lugar, adquirir un biberón que tenga un flujo similar a los senos de la madre, ya que de este modo el bebe seguirá haciendo los mismos ejercicios de succión. ¡Jamás!, añadir azúcar o miel en el biberón dado que estos alimentos favorecen la aparición de la temida caries del biberón. Por otro lado, cuando en la boca de nuestro bebé haya emergido el primer diente de leche debemos evitar el uso del biberón por las noches. En caso contrario, hay que realizar una limpieza bucal antes de que el bebé duerma. Por último, limitar el uso del biberón durante el primer año o año y medio de vida, y evitar el uso del chupete (de lo contrario, hacerlo como máximo hasta durante los 24 primeros meses del niño).

4. ¿Ocurre algo si mi bebé se chupa el dedo?

Generalmente, no. El hábito de chuparse el dedo es un acto reflejo propio de esta etapa de la vida. Incluso cuando el niño todavía está dentro de la madre ya lo podemos contemplar succionando el dedo. Lo normal es que este hábito desaparezca por si solo antes de los tres años. Sin embargo, en algunos casos no ocurre esto pudiendo ocasionar secuelas en la mordida del niño. Si esto ocurriera, acuda cuando antes a Praxis Dental y nuestro odontopediatra podrá asesorarle.

5. ¿Debo mantener sanos los dientes de leche si se van a caer?

Rotundamente, sí. Una boca sana durante la juventud dará pie a que nuestro hijo tenga una sonrisa brillante cuando sea un adulto. Cuando existen afecciones en los dientes de leche como por ejemplo, caries o maloclusiones, los dientes definitivos pueden verse afectados. Además los unos dientes de leche sanos harán que su hijo pueda masticar y hablar correctamente. Y, no olvide, una sonrisa sana aumentará la autoestima.

Por todas estas razones, el cuidado de los dientes de nuestro hijo debe comenzar cuanto antes. Antes de la erupción de los dientes se recomienda masajear las encías con una gasa mojada en agua. Posteriormente, tras la irrupción del primer diente es fundamental proceder a su limpieza -al menos, dos veces al día- con una pasta dental especifica para bebes. A partir de la irrupción de las muelas (18-24 meses) también se deberá hacer uso del hilo dental antes de irse a dormir. Finalmente, recuerde que los niños carecen de la habilidad suficiente para lavarse solos la boca, por lo que es su responsabilidad supervisar el cepillado (al menos hasta que cumplan los 8 años).

6. ¿Qué pasta de diente debo usar según su edad?

6.1. Entre 6 meses y 3 años: debemos cepillar los dientes como mínimo dos veces al día (por la mañana y antes de dormir). La pasta debe contener 1000 partes por millón (ppm) de flúor, y debemos aplicar una tan solo una pequeña bolita del tamaño de un grano de arroz.

6.2 Niños de 3 a 5 años: deben cepillarse los dientes dos o tres veces al día con un dentífrico que contenga 1000 ppm de flúor en una cantidad del tamaño de un guisante.

6.3. Niños demás de 5 años: cepillarse los dientes un mínimo de tres veces al día con una pasta de dientes de, como mínimo 1450 ppm y tamaño, aproximando, de la anchura del cabezal del cepillo.

7. ¿Cuándo debo llevar a mi hijo al odontopediatra?

Está cuestión ya la hemos tratado antes en varias ocasiones. Cuanto antes llevemos a nuestro hijo a la clínica mayores probabilidades tendrá de desarrollar una boca bonita y sana. Lo ideal sería que el odontopediatra cheque por primera vez al bebe cuando este tenga entre 6 y 12 meses. Recuerda que debes ir al dentista para que te enseñe las herramientas de que dispones para intentar que tu hijo nunca padezca caries dental, no para tratarlo.

¿Cómo surgió la odontopediatría?

Como la mayoría de vosotros sabréis la odontopediatría es una rama dentro de la odontología que se encarga de tratar a los más pequeños de la casa. Los odontopediatras se ocupan de que la boca de los niños -desde su nacimiento hasta la pubertad- luzca siempre sana y brillante. Estos profesionales disponen de un mayor conocimiento, una mayor experiencia y las mejores herramientas para el tratamiento dental en niños que cualquier odontólogo convencional. La odontopediatría se ha convertido en una rama ontológica primordial cuando se busca un diagnóstico y una prevención eficaz. Gracias a la odontopediatría se pueden prevenir un gran número de afecciones dentales, incluidas, las derivadas de la erupción de los dientes, las malformaciones y la caries. Y es que, durante los primeros años de vida del paciente es cuando el odontólogo puede llevar a cabo un diagnóstico realmente preventivo.

La aparición y evolución de esta rama de la odontología incluye un gran número de ventajas que más adelante repasaremos. Ahora bien, muy pocos conocen el origen de la odontopediatría ¿cuando surgió?, ¿cómo lo hizo? ¿quiénes fueron sus fundadores?… En Dentistainfantiltoledo estamos encantados de responderos a todos estos interrogantes.

Orígenes de la odontopediatría

La odontología surgió entorno al año 300 AC cuando los egipcios comenzaron a incrustar piedras preciosas en los dientes. Si bien esta ciencia de la salud cuenta con una historia muy rica y prolongada no es así el caso de su «hermana pequeña» la odontopediatría. Aproximadamente dos mil años después de la invención de la odontología se tuvo constancia por primera vez de la asistencia dental en niños. Concretamente, a finales del siglo XVIII se comenzaron a realizar las primeras intervenciones dentales infantiles en países como Gran Bretaña o Francia. Poco después la prestigiosa Asociación Dental Británica (British Dental Association) recomendó al gobierno de su país el tratamiento dental escolar fuese obligatorio. Sin embargo, no fue hasta un siglo después cuando podemos considerar que nació la odontopediatría.

Este proceso no se desarrolló en un lugar y una fecha exacta sino que fue el resultado de una sucesión de diferentes acontecimientos. Por ejemplo, en Estados Unidos abrió sus puertas en la ciudad de Nueva York la primera clínica que incluía asistencia odontopediatrica en 1901. Sin embargo, fue en la ciudad francesa de Estrasburgo donde se puso en marcha la primera clínica del mundo que trataba exclusivamente a niños un año más tarde. Este centro dependía directamente de la Policlínica Universitaria. Poco después, en Nueva York el acaudalado hombre de negocios George Eastman aporto una gran suma de dinero para que en 1905 viera la luz una gran clínica de odontopediatría. Centro que se convertiría en el lugar ideal para que jóvenes licenciados en odontología se especializarán en la disciplina que acababa de nacer. En 1913 se crea la primera sociedad científica dedicada a la odontología infantil. Fue en Detroit donde catorce dentistas formaron el Pedodontic Study Club con el objetivo de perfeccionar los conocimientos en el tratamiento dental. En 1925 se transformó en organización nacional y 2 años más tarde se fundaba la American Society of Children´s Dentistry, apareciendo en 1928 la primera revista científica dedicada a la odontología pediátrica, el actual Journal of Dentistry for Children.

Durante los años cuarenta tuvieron lugar los dos últimos sucesos que impulsaron definitivamente la odontopediatria. En primer lugar, esta nueva rama de la odontología se incluyo en el programa estatal de estudios universitarios estadounidense en 1941. Por tanto, se reconocía legalmente a la odontopediatría como una disciplina aparte de la odontología. Finalmente, en 1942 se reconocía al fluoruro como elemento fundamental para la prevención de la caries. Actualmente la odontopediatría se ha convertido en una rama fundamental de la odontología, ambas disciplinas se complementan.

Ventajas de la odontopediatría

Sin duda, no hay nadie mejor que un odontopediatra para cuidar de la salud bucodental de los más pequeños. Y es que junto a la licenciatura en odontología el odontopediatra dedica otros dos o tres años más para formarse en problemas relacionados con la boca de los niños (bruxismo, caries del biberón, la erupción de los dientes, etc). Entre las ventajas de esta disciplina destacan:

1.Comodidad y facilidad de trato: además de los aspectos clínicos, los odontopediatras también están especializados en tratar a los niños desde el punto de vista psicológico. Porque, como pacientes, los niños no son precisamente adultos en pequeño. Muchas veces se impacientan, se bloquean, sienten miedo… y no son cooperativos durante una revisión dental.

2.Mejor prevenir que curar: como ya hemos dicho en otras ocasiones el momento ideal para llevar a nuestro bebe a la clínica es a partir de los seis meses. Solemos darle menos importancia de lo que en realidad necesita la dentadura de leche. Sin embargo, la odontopediatría ha demostrado que esto es un grave error por parte de los padres. Hay que acudir al dentista cuando comienzan a salir los primeros dientes de leche, puesto que de lo contrario puede haber consecuencias graves para la salud oral de los niños, así como para los dientes definitivos del paciente.

3.Mejora la higiene bucal de los niños: un odontopediatra enseñará a los más pequeños a cepillarse de forma correcta los dientes y a aprender a usar el hilo dental. Asimismo nos informa de cuáles son los alimentos más adecuados para evitar la caries.