Lactancia materna y los dientes de los niños

Hoy vamos a hablaros de un tema muy importante, de una cuestión que pueda evitar que vuestros bebés desarrolle enfermedades bucodentales como la caries o las maloclusiones. Nos referimos a la importancia de la leche materna respecto a la salud bucodental de los más pequeños de la casa. Prestad atención, pues esto les interesara a muchos de ustedes.

¿La lactancia materna previene la caries?

En efecto, la leche de la madre ayuda a evitar que los dientes del bebé desarrollen las temidas caries, ya que contiene anticuerpos (inmunoglobulinas) que evitan su crecimiento. No obstante, los bebés y niños pequeños pueden tener caries si no se evitan los siguientes patrones erróneos de conducta:

– Alimentar al bebé varias veces por la noche, tanto con el pecho como con el biberón.

– Excesivo consumo de alimentos con alto contenido en azúcar.

– No tomar suficiente flúor

– Presencia de una cantidad menor a la normal de esmalte en sus dientes (hipoplasia dental)

-Transmisión temprana de bacterias, por ejemplo, proveniente de la saliva de los padres.

La mejor alternativa a la hora de evitar el desarrollo de caries en bebés y niños pequeños es que los padres se comprometan con su higiene bucodental. Cuando el bebé aún no haya comenzado a desarrollar la primera dentición, bastará con que los papás limpien su encía con una gasa humedecida en agua. Una vez que los primeros dientes empiezan a brotar, se usará el cepillo de dientes y una pasta especial para niños pequeños.

¿Cómo influye la lactancia materna en la mordida?

La etapa de lactancia materna, periodo en el que el bebé se ingiere leche materna,  abarca muchos beneficios para el correcto desarrollo de la musculatura de su boca, evitando entre otras anomalías:

1. Maloclusión dental: es decir, cuando se produce un mal contacto entre los dientes superiores e inferiores del niño causado por el apiñamiento de estos, las sobremordidas y las mordidas cruzadas. El movimiento de succión del pezón comprende el uso de la lengua y los músculos maxilares por parte del bebe, de modo que favorece el buen desarrollo de estos. De hecho, se estima que empleando de manera regular los músculos maxilofaciales para amamantarse, el niño tienen un 50 % menos de probabilidades de desarrollar maloclusiones.

2. Paladar ojival, estrecho, hendido…: la lengua influye de manera fundamental en la configuración del paladar. Cuanto más use el bebé su lengua de forma adecuada, como por ejemplo durante el amamantamiento, más probabilidades hay de que su paladar se forme correctamente. En cambio, cuando el niño usa demasiado el biberón corre el riesgo de que su paladar se deforme, tanto en altura como en anchura. La razón de la presencia de esta deformidad se debe a que la lengua del bebe no puede alcanzar el paladar cuando succiona la tetina. Algo que sí sucede durante el acto de amamantarse.

3. Deglución atípica: se produce cuando el niño coloca de manera inapropiada su lengua en el momento de tragar los alimentos. Esto anomalía provoca que la lengua ejerza más presión en los incisivos superiores o inferiores, cuyo resultado es que los dientes se desplacen hacia delante. La etapa de lactancia repercute en los patrones de deglución del niño. Cuando un bebé succiona el seno, establece el patrón adecuado para la colocación de la lengua. Por tanto, evita la aparición de la deglución atípica, la cual también influye en la respiración nasal.

Es de gran importancia que el bebe se amamante al menos durante sus 6 primeros meses de vida. De esta manera, podemos evitar pautas incorrectas que puede afectar a su mordida, deglución de alimentos y respiración.

¿Qué sucede si el bebé muerde durante la lactancia materna?

Como os hemos explicado en numerosas ocasiones, los primeros dientes de leche brotan de la encía del bebé a partir de los seis meses de edad. No obstante, hay casos esporádicos en los que el bebe ya nace con uno o varios dientes, mientras que otros no los desarrollan hasta que alcanzan los 12 meses de vida. Una parte importante de las madres evita amamantar a su bebé cuando de su encía comienzan a brotar los primeros dientes de leche. ¿El motivo? Pues porque tienen miedo a que su bebé les muerda el pezón. Sin embargo, frente a este temor, las madres deben saber que muy pocos bebés con dientes muerden durante la lactancia. Cuando el bebé se amamanta de su madre, no mordisquea el pezón, ya que la lengua cubre sus dientes inferiores. Quizás, lo que si podría darse –cuando se está a punto de destetar al bebé – es que el niño tirase del pezón. Este contratiempo se puede solucionar fácilmente: la madre debe retirar el pecho de la boca de su bebe para que este entienda que si tira del pezón no se le dará leche.

Beneficios de la leche de vaca para los dientes del niño

Entre los 6 meses y 2 años de edad el niño abandona la lactancia materna. En esta etapa de su vida es cuando la leche de vaca toma el relevo con los siguientes beneficios:

1. Remineralización dental: los dientes son porosos y, por tanto, van perdiendo minerales por debajo de su superficie. La leche de vaca contiene sustancias como el calcio o el fósforo en cantidades suficientes como para que los dientes de los niños no se desmineralicen.

2. Gran aporte de energético y de calcio: el tetrabrik con leche entera de vaca contienen alrededor de 600 kcal por litro, siendo así una gran fuente de energía para el niño. Sin embargo, lo más interesante de la leche de vaca es su alto contenido en calcio y fósforo biodisponible. Es decir, el organismo del niño puede emplear todos los nutrientes con mucha facilidad. Para aclarar esta cuestión, el cuerpo humano tiene una capacidad para procesar la leche de vaca mucho mayor que, por ejemplo, la leche de soja.

¿Cepillo eléctrico o manual para tus hijos?

Los padres tienen la responsabilidad de que sus hijos sigan una correcta rutina de higiene oral, ya que este es el mejor modo de prevenir las caries o las enfermedades de las encías. De igual modo, es importante que los niños acudan de manera regular a la clínica dental para realizarse un chequeo dental a fin de evitar cualquier patología relacionada con la cavidad bucal. Una de las dudas más frecuentes que los padres y madres nos preguntan en la clínica de Praxis Dental Toledo es qué clase de cepillo de dientes es el más adecuado para sus hijos: cepillo electrico o manual. En el artículo de hoy vamos a resolveros esta cuestión. Sin embargo, tener en cuenta que, independientemente del cepillo que se escoja, lo fundamental es que la limpieza oral de vuestros hijos sea la correcta.

¿Cuándo es mejor el cepillo eléctrico y el manual? 

Como ya hemos explicado en otras ocasiones, no es necesario que los niños utilicen el cepillo hasta que la mayoría de sus dientes de leche han erupcionado (alrededor de los 2 años de edad). Antes de esta etapa, basta con limpiar las encías del niño con una gasa para eliminar los restos de leche y otros alimentos. Conforme van saliendo los dientes de leche es el momento de introducir en su higiene oral un cepillo manual para niños y un poquito de pasta dental. En este periodo no es recomendable que los niños utilicen el cepillo eléctrico, puesto que los movimientos y la fuerza que este ejerce puede resultarles molesto. Además, no es conveniente que un niño de tan corta edad manipule un cepillo eléctrico.

A partir de los 4 o 5 años de edad, el niño ya puede emplear sin problema el cepillo eléctrico para el cepillado de sus dientes. Los cepillos eléctricos limpian con más eficacia los dientes y las encías que los cepillos manuales. Esto se debe a que son capaces de hacer movimientos giratorios de manera constante con lo que conseguimos retirar más cantidad de placa bacteriana que con los cepillos tradicionales. Sin embargo, tanto si se elige el cepillo manual como el eléctrico, es fundamental que los padres supervisen en todo momento la higiene oral de sus hijos. Es muy importante cerciorarse de que el niño se limpia correctamente los dientes.

Diferencias entre los cepillo eléctrico y manual 

Hay dos diferencias que distinguen a los cepillos eléctricos de los tradicionales. La primera, obvia para todos, es que al ser eléctricos son mucho más cómodos. Los niños no tienen que ejercitar movimientos complicados para que el cepillo retire los restos de comida de su boca. En segundo lugar, mientras los cepillos manuales se deben utilizar con movimientos verticales, los eléctricos funcionan realizando movimientos circulares a través de un cabezal que rota. Así pues, los cepillos eléctricos tienen varias ventajas sobre los manuales:

A) Mejor cepillado de los dientes con mucho menos esfuerzo.

B) Limpieza de áreas de dificultad acceso. Los cabezales de los cepillos eléctricos son capaces de rodear las piezas dentales por completo. Por lo tanto, las limpian en profundidad.

C) Elimina más restos de comida de las encías. El cepillo eléctrico, con sus giros rotatorios, es capaz de eliminar los retos de comida acumulados en los bordes de las encías, así como en los espacios que hay entre cada diente.

D) Menor riesgos de desgaste (abrasión por fricción) de los dientes al realizar la limpieza de los mismos. Los cepillos eléctricos tienen un mecanismo que controla la presión que ejercemos sobre los dientes durante el cepillado. El cepillado manual, por el contrario, puede llegar a limar el esmalte de los dientes.

Pese a todo, esto no significa que debamos desechar los cepillos manuales. Los cepillos tradicionales también tienen sus virtudes, empezando porque son mucho más ecónomicos. Además, los cepillos manuales son más recomedables después de una cirugía oral, cuando haya puntos de sutura y en algunos tratamientos especificos de ortodoncia. Por lo tanto, la elección de uno u otro cepillo es algo subjetivo. Como os hemos comentado, lo fundamental es que, sea cual sea el cepillo elegido, la higiene oral de los niños sea la correcta.

Consejos para el cuidado del cepillo eléctrico y manual 

El mantenimiento del cepillo de dientes también es importante. Para evitar que se acumulen en él las bacterias, la limpieza y la conservación cuando no se usa deben seguir las siguientes pautas:

Limpieza: después de cada cepillado hay que lavar meticulosamente el cepillo y dejar que se seque antes de colocarlo en el portacepillos. Cuando lo dejamos sin secar, facilitamos que la humedad desarrolle bacterias en las cerdas. Al lavar el cepillo debemos asegurarnos de que en él no quedan restos de comida ni de pasta dental.

Un cepillo por persona: nunca hay que compartir los cepillos de dientes. Esto supone un riesgo muy elevado de contraer infecciones. Los padres deben enseñar esto a sus hijos desde que comienzan a usar el cepillo de dientes. A la hora de almacenarlos es importante verificar que no entrar en contacto con otros cepillos.

No compartirlos: utilizar el cepillo de dientes de otra persona supone un riesgo de contraer cualquier tipo de infección. Hay que enseñar a los niños a no hacerlo.

Renovación del cepillo: se recomienda cambiar el cepillo manual o eléctrico cada tres meses. De la misma manera, también han de ser sustituidos cuando las cerdas estén dobladas y desgastadas. Un cepillo con las cerdas en mal estado pierde efectividad. Resulta muy complicado llegar a las zonas de difícil acceso para eliminar la placa bacteriana que allí se encuentre.

Limpieza del portacepillos: también es importante lavar regularmente el recipiente donde almacenamos los cepillos. En el fondo de los portacepillos también se acumulan muchas bacterias que acaban por adherirse a las cerdas del cepillo de dientes. Por lo tanto, para evitar el riesgo de infecciones hay que lavar cuidadosamente el recipiente donde almacenamos los cepillos.

Recordad que una limpieza oral correcta implica que vuestros hijos se cepillen los dientes después de cada comida (sobre todo, antes de irse a la cama). De igual modo, el cepillado debe durar al menos dos minutos para que se puedan eliminar todos los restos de comida. Asimismo, en niños de 5 o más edad se recomienda también el empleo del hilo dental. Por último, en caso de que el odontopediatra lo haya indicado, emplear enjuague bucal especifico para niños.

Recesión gingival: la pérdida de encía en niños

Es habitual que los padres acudan con sus hijos a nuestra clínica de Praxis Dental en Toledo, cuando notan que los dientes de los más pequeños de la casa se ven más largos o tienen menos tejido gingival a su alrededor. La perdida de encía en los niños, aunque menos frecuente que en los adultos, es un problema que afecta a más del 10% de la población joven española. Por norma general, la recesión gingival en los niños suele afectar a las piezas del sector anterior de la arcada inferior (muelas) y, lo habitual, es que se deba a una anomalía en la erupción de los dientes por malposiciones. Sin embargo, en otras ocasiones esta irregularidad está vinculada a cuestiones distintas y no siempre representan un problema para los más pequeños. En este artículo vamos a explicaros en qué consiste, las causas y los posibles tratamientos asociados a la perdida de encía en niños.

¿En qué consiste la pérdida de encía en los niños?

La recesión gingival es el término empleado por la odontología para referirse a la perdida de la encía que recubre las piezas dentales. La recesión gingival es una enfermedad que afecta tanto a niños como adultos, y se caracteriza por la disminución progresiva del tejido que rodea a los dientes. Cuando esta enfermedad no se trata, lo habitual es que los dientes queden cada vez más expuestos. A medida que el tejido o la encía que rodea a las piezas dentales se retrae, la raíz de los dientes queda cada vez más expuesta. Debemos tener en cuenta que la función principal de la encía es la de proteger, recubrir y sostener los dientes. Sin embargo, cuando esta se retrae por la recesión gingival no puede cumplir su cometido.

Lo habitual es no notar cambios en las primeras etapas de la recesión gingival. De hecho, esta es una de las razones por las que los padres no suelen tomar ningún tipo de precaución con la boca de sus hijos. No obstante, a medida que la perdida de encía en los niños se hace más evidente, es inevitable que esta les provoque muchas molestias u otras enfermedades dentales más graves. Las principales manifestaciones derivadas de la recesión gingival en los niños son:

– Sensibilidad dental: cuando las raíces de los dientes quedan expuestas, es inevitable que la sensibilidad dentaria haga acto de presencia. Muchos niños que acuden a nuestra consulta por la perdida de encía tienen molestias al tomar alimentos muy fríos o calientes, dulces o salados.

– Gingivitis: al retrotraerse la encía la acumulación de placa bacteria aumenta. Cuando sucede esto, lo habitual es que los niños desarrollen gingivitis. La gingivitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación, el enrojecimiento y el sangrado de las encías.

– Halitosis oral: debido a la mayor acumulación de bacterias entre los dientes por la recesión gingival, los niños suelen presentar mal aliento.

– Movilidad dentaria: causada por la perdida del tejido que rodea a los dientes.

– Dientes largos: la recesión de la encía también afecta a la apariencia de los dientes de los niños. La recesión gingival hará que sus piezas dentales parezcan demasiado largas, ya que deja expuesta las raíces.

¿Qué causa la pérdida de encía en los niños?

Contrario a lo que se suele pensar, la recesión gingival no tiene el mismo origen en los niños que en las personas adultas. En los adultos, la causa más común está vinculada a la periodontitis, una enfermedad periodontal provocada por la infección de las encías que puede destruir el hueso que sostiene los dientes. Sin embargo, esta patología no es habitual en los niños. Por norma general, la perdida de encía en los niños tiene que ver con los siguientes motivos:

-Malposiciones: una pieza dental que no está ubicada donde debería estarlo suele sobresalir a través de las encías y, por tanto, favorecer su retracción. Cuando en la boca de los niños no hay el espacio suficiente, lo habitual es que los dientes definitivos erupcionen de manera desordenada (malposición dentaria). En este intento por buscar su lugar en la arcada, los dientes suelen afectar a la encía.

– Bruxismo: el bruxismo es una patología que se caracteriza porque los más pequeños de la casa aprietan y rechinan las piezas dentales de manera inconsciente. La acumulación de presión continuada afecta tanto a los dientes como al tejido que los rodea. Las encías suelen retraerse como mecanismo de defensa ante el bruxismo.

– Factores genéticos: como sucede con otras enfermedades dentales, la herencia puede ser otro de los desencadenantes para que el niño pierda la encía. Se ha comprobado que los niños con padres que padecen recesión gingival suelen también tener este problema. Asimismo, los factores genéticos también los hacen de volverse más propensos a desarrollar gingivitis y periodontitis.

– Cepillado agresivo de losa dientes: lavarse los dientes con demasiada presión, fuerza y brusquedad lleva a que las encías se irriten y se retraigan para alejarse del trauma. Usar un cepillo dental con cerdas demasiado duras también puede provocar este efecto.

¿Cómo tratar la recesión gingival en los niños?

La prevención es muy importante a la hora de evitar que los niños desarrollen recesión gingival. En este sentido, los padres deben estar atentos a cualquier señal que les indique que sus hijos están perdiendo las encías. Al menor atisbo de esta patología deberán acudir a la consulta de un odontopediatra para que este revise la boca de sus hijos. Cuando el odontopediatra diagnostique esta enfermedad en el niño, debe tener en cuenta varios factores antes de proceder a su tratamiento. Dependiendo de cuál sea el origen, la cantidad de tejido perdido, el grado de exposición de los dientes y los síntomas asociados, el proceso para la cura de esta enfermedad será uno u otro. Los profesionales en odontología infantil también tienen en cuenta otros factores antes de tratar esta patología en niños como, por ejemplo, la edad del paciente, la posición y ubicación de los dientes afectados e, incluso, si se prevé un tratamiento de ortodoncia en el futuro.

Basándose en todos estos datos, el odontopediatra puede tomar diferentes caminos para solucionar esta anomalía. En primer lugar, el dentista puede considerar que lo más oportuno es esperar a ver cómo evoluciona esta enfermedad en lugar de intervenir. Cuando se toma esta conducta, el odontopediatra exigirá que el niño acuda a su consulta de manera regular para comprobar como evoluciona la patología. Se trata de observar y esperar durante la época en la que erupcionan los dientes definitivos. En especial, cuando se trata de casos en los que la perdida de encía es pequeña y está vinculada a la erupción de dientes definitivos mal ubicados. Y es que en muchas ocasiones un tratamiento de ortodoncia puede corregir la recesión gingival, ya que se emplea para reubicar dientes que causan el problema en las encías. Con el tiempo esto mejorará la situación de los dientes y, por tanto, lo habitual es que la recesión gingival se detenga.

No obstante, cuando la perdida de la encía tenga su origen en el bruxismo, será necesario el empleo de férulas de descarga para disminuir la tensión en la boca del niño. Por último, en los casos que no estén relacionados con las anomalías que acabamos de nombrar, o bien que estén muy avanzados, el odontopediatra puede tomar la decisión de tratar la recesión gingival. Lo habitual en estos supuestos es el empleo de técnicas seguras y efectivas para los niños como los injerto de encías o la técnica quirúrgica estenopeica (tratamiento mínimamente invasivo que estira y coloca la encía en su ubicación original).

La importancia de cuidar las encías de los niños

La mayoría de las ocasiones la recesión gingival en niños está asociada a factores que los padres no pueden evitar. Sin embargo, hay medidas que los adultos sí pueden tomar para evitar que los niños desarrollen esta patología. La higiene bucodental es fundamental para cuidar las encías de los más pequeños de la casa. Los padres deben procurar que los niños se cepillen los dientes correctamente después de cada comida. Un cepillado que llegue a todas las partes de los dientes y encías es primordial. Asimismo, el mismo debe llevarse a cabo con delicadeza para no dañar los tejidos blandos que queremos preservas. Por esta razón, el cepillo debe tener unas cerdas suaves.

Por otro lado, es importante que los niños también hagan uso del hilo dental, así como de pastas dentales con flúor y enjuagues bucales para mejorar los resultados. Tampoco debemos olvidar que la alimentación puede afectar a la salud bucal. Por ello, es importante que los niños lleven una alimentación saludable, donde los alimentos ricos en azúcar sean la excepción. Finalmente, los padres no deben olvidarse de acudir de manera regular (cada 6 meses o máximo un año) a la clínica con sus hijos para chequeos dentales. Con estos cuidados simples podrás atender la boca de tu pequeño y ayudarlo a no tener dificultades con sus encías.

¿Ortodoncia para corregir un solo diente?

La ortodoncia es una rama de la odontología que se encarga de corregir problemas como la desalineación y el apiñamiento de los dientes. Por norma general, los pacientes que presenten maloclusiones necesitan ortodoncia, ya que esta anomalía suele impedirles masticar los alimentos y cepillarse los dientes de la manera adecuada. Cuando un paciente es incapaz de cepillarse los dientes correctamente, corre un riesgo mucho mayor de desarrollar enfermedades como la caries, la gingivitis, la periodontitis o la perdida de dientes. Por ello, la ortodoncia es uno de los tratamientos más utilizados en odontología, tanto en niños (odontopediatría) como en adultos. Generalmente, la ortodoncia se aplica a todos los dientes de la boca o a una sección amplia de la mandibular. Sin embargo, es posible que haya casos en los que los niños presenten problemas en un solo diente. Para evitar esta situación, es muy importante que los pequeños visiten de forma regular al ortodoncista a partir de los seis años de edad.

La ortodoncia ha sido estigmatizada durante décadas, puesto que emplea dispositivos como brackets que modifican el aspecto del paciente. No obstante, durante los últimos años han ido surgiendo nuevos tratamientos como la ortodoncia invisible, que han disminuido considerablemente el rechazo de los pacientes a estos procedimientos. A pesar de ello, todavía hay muchas personas que se resisten a llevar aparato por incómodos o poco estéticos. Esto suele ser el caso de pacientes (sobre todo, niños) que no presentan severas anomalías de apiñamiento o de mordida. ¿Su hijo tiene tan solo un diente montado sobre otro? ¿El pequeño de la casa tiene dos dientes ligeramente separados? Seguramente, te estarás preguntado sí es necesario que tu hijo lleve puesto un aparato de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. A continuación, te contaremos en qué casos es necesario que tu pequeño lleve ortodoncia para corregir un solo diente.

¿Qué causa la desalineación o el apiñamiento de los dientes?

Como en cualquier otro tratamiento ontológico, lo primero que debemos saber es qué causa anomalías como la desalineación o el apiñamiento de los dientes. Estos son los motivos por los que su hijo puede tener los dientes torcidos:

1. Factores genéticos: el apiñamiento dental, la desalineación de los dientes, la sobremordida, etc., son anomalías que pueden deberse a factores hereditarios. Si usted o alguien de su familia presenta estos problemas, sus hijos también corren el riesgo de desarrollarlos.

2. La succión del pulgar: el hábito de chuparse el dedo pulgar, el uso excesivo del chupete o del chupete, también suelen provocar que los dientes se tuerzan.

3. Deglución atípica: la presión de la lengua en el paladar al tragar también puede mover las piezas dentales y dar lugar a dientes torcidos.

4. Perdida de un diente: enfermedades como la periodontitis o la caries que no se tratan a tiempo suelen provocar la perdida de los dientes. Cuando se pierde una pieza dental, el hueco resultante suele desplazar los adyacentes y, por tanto, ocasionar maloclusiones.

¿Cuándo emplear la ortodoncia infantil para corregir un solo diente?

Como ya hemos comentado, la ortodoncia infantil en un solo diente es posible, pero esta podrá ser aplicada solo en determinados casos. Por norma general, cuando queremos mover un solo diente mal situado, se recomienda aplicar un tratamiento de ortodoncia que desplace y recoloque también el resto de piezas. Esto es así porque el desplazamiento de un solo diente afecta a la posición de los demás. Una de los tratamientos que más empleados en Dentistainfantiltoledo para corregir la posición de los dientes de los niños es la ortodoncia invisible. Mediante este procedimiento aseguramos que su hijo tenga los dientes en la posición adecuada sin emplear dispositivos que afecten a su estética. Por otra parte, algunos dientes simplemente presenta traumatismos o una insuficiente higiene dental, para los que hay tratamientos dentales específicos que no requieren de ortodoncia.

En otros casos, las carillas dentales son una alternativa a la ortodoncia infantil para corregir un solo diente si la malposición no es muy grave y no existen problemas en la mordida. Veamos un ejemplo de ello. Imagina que tu hijo tiene un diastema (una ligera separación entre dos piezas dentales), quizás sea posible cerrarla mediante el empleo de las carillas dentales. Las carillas dentales no son un tratamiento de ortodoncia sino de estética. Los odontólogos empleamos las carillas para modificar la forma o el tamaño de dientes concretos. Por lo tanto, en estos casos si podríamos evitar que su hijo lleve puesto un dispositivo de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. Sin embargo, recuerda que aun así es necesario que el pequeño acuda a un ortodoncista para que este valore lo que realmente es necesario. Quizás, se pueda corregir el diastema con la carilla dental, pero puede que no.

El motivo es el siguiente: su hijo tiene un diastema y crees que es un defecto meramente estético. Cuando sucede esto, las carillas dentales puede ser suficiente. Sin embargo, imagina que la diastema no es solo un defecto estético, sino que además tu hijo tienen un problema de mordida leve que tú, por tu cuenta, eres incapaz de identificar. Acudes a una clínica, le explicas al dentista que no es necesario que el niño lleve ortodoncia para corregir el problema porque piensas que es estético. El especialista coloca las carillas dentales y oculta el diastema. No obstante, la maloclusión queda sin tratar, lo cual acaba por ocasionarle al pequeño problemas a la hora de morder o incluso desgaste dental. Por ello, siempre recomendamos visitar de forma regular al ortodoncista. Solamente este profesional puede valorar correctamente cuál es el origen de la desalineación o el apiñamiento dental. El ortodoncista identificará si se trata de un problema dental o de la mandíbula y conocerá la relación que existe entre ambas arcadas, para lograr que los dientes estén alineados y que la mordida sea la correcta.

Tanto si se trata de ortodoncia infantil para un solo diente o para todos, este tratamiento es de vital importancia en niños. La ortodoncia infantil evita que los pequeños desarrollen problemas a nivel mandibular y dental que favorecen la aparición de caries y enfermedades de las encías. ¿Quieres conocer si tu hijo necesita ortodoncia para un solo diente? Visite nuestra clínica de odontopediatria en Bargas (Toledo).

Aplicaciones para la higiene bucodental

Como siempre os hemos dicho: la higiene bucodental de los más pequeños es muy importante. Cuando descuidamos su cuidado, se multiplican las posibilidades de que los niños desarrollen enfermedades como la caries, la gingivitis, la periodontitis, o problemas estéticos como las maloclusiones. Dolencias que, en la mayoría de los casos, afectarán también a su vida adulta. Hasta la fecha, os hemos hablado en reiteradas ocasiones cómo cuidar la higiene bucodental de vuestros peques. Sin embargo, sabemos que por el trabajo, la familia y demás, no siempre disponéis del tiempo suficiente para prestar la debida atención a la higiene dental de los niños.

Para facilitaros un poco las cosas, en este artículo os vamos a mostrar las aplicaciones para móviles sobre el cuidado bucodental más populares. Apps desarrolladas con el único fin de que los niños aprendan por si solos la importancia de su salud bucodental. ¿A qué os interesa? Pues bien, entonces seguir leyendo este post. Gracia a este artículo no tendréis que emplear tanto tiempo en educar a los niños sobre salud bucodental.

Higiene bucodental en niños: ¿por qué los padres deben supervisarla?


Los padres deben supervisar la higiene bucodental de sus hijos desde que llegan a este mundo. Cuanto antes adquiera el niño el hábito de cepillarse los dientes tras cada comida, menos probabilidades tendrá de desarrollar enfermedades derivadas de una mala higiene bucal. Por supuesto, el cepillado no se debe hacer de cualquier manera. Como os hemos explicado en numerosas ocasiones, la higiene dental debe llevarse a cabo con el cepillo adecuado, hilo dental, colutorios, dentífricos con flúor, etc. La técnica a seguir es la siguiente: el cepillo de dientes debe estar colocado en un ángulo 45° con las encías. A continuación, procederemos a mover suavemente el cepillo de adelante hacia detrás. Primero se deben cepillar los dientes por el exterior, más tarde por su interior. Por último, siempre comenzaremos por los dientes de la arcada superior para finalizar el lavado con las piezas del maxilar inferior.

Otro de los motivos por lo que es fundamental que los padres vigilen la higiene bucodental de sus hijos es la disciplina. Sabemos que la constancia no es algo muy característico de los niños. Sin embargo, solamente mediante la perseverancia el niño adquirirá la costumbre de lavarse los dientes correctamente después de cada comida. Gracias al empeño de los padres en esta cuestión, sus hijos desarrollarán una personalidad tenaz y persistente hacia el autocuidado. Cualidades que, además, le serán de gran ayuda a lo largo de su vida en muchos otros ámbitos.

¿Qué consecuencias tiene no lavarse los dientes?


No lavarse los dientes o hacerlo de manera deficiente acarrea muchos problemas para la salud bucodental de los niños. Las dolencias más comunes que presentan los niños con una higiene dental deficiente son las siguientes:

Caries: se producen por la destrucción del tejido de los dientes debido a la presencia de ácidos procedentes de los restos de comida. Las caries son el problema más habitual que las clínicas de odontopediatría observan en sus pacientes. Cuando no se tratan a tiempo, las piezas dentales pueden infectarse hasta el punto de perderlas.

Gingivitis: otra de las dolencias derivadas de una higiene dental limitada es la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación, enrojecimiento e hinchazón de las encías. Se trata de un problema muy común en niños y en adultos, pero reversible. Esta enfermedad de las encías tiene remedio si se trata a tiempo, ya que el hueso de la encía y el tejido que conectas los dientes a esta aún no han sido dañados.

Periodontitis: es una enfermedad de carácter grave que afecta a las encías. La periodontitis es el siguiente paso a la gingivitis no tratada a tiempo. En esta etapa el hueso y los tejidos blandos están destruidos parcial o totalmente. Entre las principales consecuencias de esta enfermedad de las encías destacan: la pérdida de dientes, el sangrado de la encía, el mal aliento, las infecciones bucales y la sensibilidad dental.

Aplicaciones para móvil sobre higiene bucodental


Los teléfonos móviles inteligentes nos ofrecen una gran cantidad de funciones que nos pueden ayudar en el día a día. Los smartphones cuentan con una amplia variedad de aplicaciones que nos pueden ser de gran ayuda en ciertas circunstancias, incluyendo, la mejora de la salud bucodental de los niños. Desde que nacen, los más pequeños de la casa se han acostumbrado al uso de los teléfonos móviles. Para ellos resulta muy sencillo utilizar las aplicaciones, que a modo de juego les ayudan a ser conscientes de la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida. De ahí, que muchos especialistas en odontopediatría recomienden su uso. A continuación, os presentamos las cinco apps sobre higiene dental más populares y divertidas entre los niños:

Bad Teeth Doctor: es una de las aplicaciones más recomendadas por los especialistas en odontología infantil. Bad Teeth Doctor permite a los niños aprender a lavarse correctamente los dientes, pero también a conocer lo importante que es cuidar la salud dental. La app actúa como un odontopediatra que enseña a los peques a cepillarse las cavidades de los dientes y la lengua. Además, la aplicación muestra a los niños las herramientas que se emplean en una clínica dental. De esta manera, se familiarizan, y acudir a consulta les será menos complicado. Pierden el miedo.

Brushy Time: con esta app siempre sabrán el tiempo exacto durante el que deben cepillarse los dientes. Se puede elegir entre tres canciones que tienen la duración exacta durante la que se debe realizar la higiene bucal completa, incluyendo el enjuague posterior al cepillado. Así podrá limpiar correctamente sus dientes de una forma divertida.

Happy Touch: es una de las aplicaciones más entretenidas para los más pequeños de la casa. En primer lugar, el niño elige un personaje. A continuación, escoge los alimentos que va a darle al avatar. Por último, tras la comida el personaje tiene que ir a lavarse los dientes. De este modo, los más pequeños de la casa aprender la rutina: tras cada comida hay que cepillarse los dientes. Además, la app les indica en todo momento los pasos que han de dar para lavarse los dientes. El niño tiene que hacerlo con el smartphone.

Disney Magic Timer: es un método divertido para que los niños se cepillen durante el tiempo adecuado, con sus personajes favoritos de Disney. Deben seguir cepillando sus dientes para que la imagen se muestre por completo.

Aquafresh Brush Time: muestra a los niños una forma divertida de repasar todas las partes de sus dientes correctamente. Canciones y bailes pegadizos conseguir que el cepillado y ayudar a conseguir que los 2 minutos de cepillado que los dentistas recomiendan.

El cepillado de los dientes es una parte fundamental de la salud bucodental de los niños. Nuestros hijos deben tomar la costumbre de lavarse los dientes correctamente desde su primera infancia. Gracias a las aplicaciones, esta tarea es ahora más sencilla que nunca para ellos. Desde Praxis Dental Toledo queremos ofreceros toda nuestra ayuda si tenéis alguna duda. Acudir a consulta para que os ayudemos a trabajar los hábitos de higiene dental en los niños. Somos una clínica especialidad en odontopediatría con más de una década de experiencia.

Salud bucodental: la vuelta al colegio

Cuide de la salud bucodental de sus hijos en el colegio 


Durante estas fechas, la mayoría de los niños españoles regresan al colegio tras varios meses de parón veraniego. En estos días su rutina va a cambiar por completo afectando a sus horas de descanso, sus comidas y su higiene personal. Como es de esperar, el cambio tan drástico que supone pasar de estar en casa la mayor parte del tiempo a estar fuera puede afectar también a su salud bucodental. Las vacaciones se terminaron, es hora de volver a la rutina, de ponerse al día con los estudios, las actividades deportivas y extraescolares. Incluso, la higiene dental de los más pequeños de la casa cambia de manera significativa con la llegada del nuevo curso escolar. Desde Praxis Dental Toledo vamos a enseñaros cómo debe ser a partir de ahora la higiene bucodental de vuestros hijos para que el cambio en su rutina no afecte a su salud dental.

Recomendaciones para cuidar la salud bucodental  de los niños


Cuando los niños están de vacaciones, los padres tienen muchas más oportunidades de cuidar su salud bucodental. Al permanecer más tiempo en casa, resulta más sencillo llevar un seguimiento de su higiene dental. Sin embargo, esto cambia por completo cuando llega la hora de volver al colegio. En vistas que muchos padres ya están llevando a sus hijos de regreso a la escuela, hoy queremos compartir con vosotros algunas recomendaciones sobre la salud dental en niños. De esta manera, podréis mitigar la aparición de problemas dentales con la llegada del nuevo curso escolar.

Higiene bucodental diaria: dado que los niños están en la escuela –y muchos de ellos comen en ella- resulta más complicado garantizar que siguen con los hábitos de higiene del verano. Lo ideal es enseñarles la importancia del cepillado de los dientes tras cada comida. Hacerles ver que la higiene de sus dientes es fundamental para evitar enfermedades como la caries o la gingivitis. Los padres deberían enseñarles esto durante su estancia en el hogar. De este modo, los niños, por propia iniciativa, tomarán en cuenta la higiene de sus dientes mientras están en el colegio.

Se lavarán los dientes en la escuela sin necesidad de que haya siempre alguien detrás supervisándolos. Es importante que los más pequeños de la casa no vean el acto de cepillarse los dientes como algo aburrido, sino como algo que les garantizará tener siempre de una salud oral brillante. En el caso de que el niño haga sus comidas en el colegio, es fundamental preparar un kit de limpieza bucal para el cole que incluya un cepillo adecuado para el niño, pasta de dientes y un colutorio infantil.

Usar pasta dental con flúor: el flúor protege los dientes de los más pequeños de la casa, ya que los hace más resistentes, evitando el desarrollo de caries. Las pastas de dientes con más de 1000 ppm de flúor son las más recomendables para los niños. Sin embargo, los padres deben adquirir pastas que resulten agradables para los más peques. Si el dentífrico tiene un sabor demasiado fuerte o amargo, el niño evitará su uso.

Revisar el cepillado dental de los niños en casa: no podemos dar por hecho que nuestros hijos se cepillan los dientes cuando o cómo deben, por mucho que se lo hayamos inculcado desde bien temprano. Son niños y, por tanto, pueden mentirnos cuando menos lo esperemos. Por este motivo, los padres deben estar siempre atentos a la higiene dental de sus hijos. Ya sea porque no se han cepillado los dientes cuando les tocaba, o bien no lo hicieron de la manera correcta, los adultos tienen que revisar a menudo su higiene dental. En especial, es importante que la boca quede totalmente limpia tras la cena. Durante la noche es cuando las bacterias están más activas. Si quedaron restos de comida entre sus dientes tras la cena, tienen muchas más probabilidades de desarrollar caries.

Los padres deben dar ejemplo: los adultos deben dar ejemplo a los niños en todos los ámbitos de su vida. Por supuesto, esto también concierne a su salud bucodental. En este sentido, los niños deben ver que sus padres también se cepillan los dientes después de cada comida. Si los adultos no siguen buenos hábitos de higiene dental, no pueden esperar que sus hijos lo hagan. Además, hay que enseñarles cómo lavarse los dientes. Primero, tienen que cepillarse la superficie externa de los dientes superiores e inferiores. Después, llega la hora de cepillarse las superficies internas de los dientes superiores e inferiores. Cuando un niño ve que su padre o madre se lava los dientes tras las comidas, este se motivara y hará lo mismo.

La dieta en la salud dental de los niños: durante los meses de las vacaciones, los padres suelen hacer muchas concesiones en las comidas de sus hijos. Les permiten tomar mucho alimentos ricos en azucares como helados, dulces, golosinas o refrescos. Estos productos por su alto contenido en azúcar son muy perjudiciales para la salud de los dientes. Pues bien, el regreso al colegio hay que aprovecharlo para que nuestros hijos vuelvan a comer de manera saludable. Los alimentos que más contribuyen al cuidado de los dientes son los lácteos (leche, queso, yogurt…), ya que son ricos en calcio. Otros productos que debemos incluir en la dieta de los más pequeños de la casa son las verduras, la fruta y el agua.

Cuidado con las actividades deportivas o extraescolares: cuando las actividades escolares o extraescolares son de tipo deportivo, debemos asegurarnos de que se estén utilizando la protección y el equipo necesario. En casos de deportes de contacto es aconsejable el uso de protectores bucales para prevenir lesiones o traumatismos dentales.

Visitar al odontopediatra: cualquier época del año es buena para visitar la clínica de un dentista infantil. No obstante, el inicio del nuevo curso escolar resulta ser una de las fechas más importantes de todas. Y es que, tras varios meses de cierta relajación en el cuidado dental de sus hijos, no hay nada mejor como someter a los niños a un chequeo dental para confirmar que su salud bucodental es la correcta.  La vuelta al cole también es una buena época para comenzar a evaluar posibles tratamientos de ortodoncia. Con la ortodoncia invisible o Invisaling los niños pueden dejar de preocuparse por su aspecto, ya que las férulas casi no se ven. Además, los tratamientos son más rápidos y se pueden planificar mucho mejor.

Dientes de tiburón en niños: ¿Qué son y cómo solucionarlo?

Si usted es un asiduo del National Geographic, sabrá cómo son los dientes de tiburon. Estos imponentes y majestuosos depredadores del mar, a diferencia de los humanos y la mayoría de las especies de animales, cuentan con dos filas de dientes en su boca. Dos poderosas filas de dientes que desgarran y trituran en un abrir y cerrar de ojos a sus presas. Además, la dentadura de los tiburones se cae y sustituye rápidamente. Ahora bien, ¿sabe usted que esto puede también suceder en los seres humanos?

Aunque pueda parecer algo extraño, lo cierto es que hay ocasiones en las que los niños desarrollan una dentadura –temporalmente- que se asemeja a la del tiburón. Obviamente, en este caso se trata de una anomalía, no de algo natural. Como padres, si nuestros hijos presentan este problema en su dentadura, es lógico preguntarse si esto puede traer consecuencias a largo plazo. Por este motivo, hoy queremos mostraros todo cuanto necesitáis conocer sobre los dientes de tiburón en niños.

¿Por qué mi hijo tiene dientes de tiburón?

La presencia de dientes de tiburón en niños es algo más común de lo que solemos creer. En España se estima que entre el 10% y el 15% de los niños presentan esta anomalía. Hay que tener presentes que la dentadura de tiburón no es una cuestión por la que tengamos que alarmarnos. Por norma general, conforme erupcionan los dientes definitivos, estos empujan a los de leche hasta hacerlos caer. Sin embargo, cuando la dentadura temporal no se cae al momento de la erupción de la definitiva, hablamos de los dientes de tiburón. Obviamente, esto provoca que surjan dos hileras de dientes en la boca de los niños. Una anomalía que afecta principalmente a la estética.

Quizás, lo más llamativo de este problema dental es que la alineación de dos hileras de dientes se da tan solo en una parte de la dentadura. A pesar de los numerosos estudios realizados sobre esta rareza, no hay una explicación definitiva que sea capaz de explicar por qué los niños desarrollan dientes de tiburón. No obstante, entre los odontopediatras y demás expertos en odontología existen dos teorías:

  1. Raíces muy fuertes: la primera razón a la que apuntan los especialistas es a la presencia de una raíz más fuerte en la dentadura temporal que en la definitiva. Por lo tanto, cuando sucede esto, los dientes definitivos no pueden hacer caer a los de leche con facilidad. El proceso les lleva más tiempo de lo habitual.
  2. Falta de espacio: la otra hipótesis es que la mandíbula del niño no dispone del suficiente espacio para acomodar los dientes definitivos de forma correcta. Dicho de otro modo, como el espacio está limitado, la dentadura definitiva erupcionan por donde pueda.

Como ya se ha indicado, no debe porque alarmarse sí su hijo desarrolla dientes de tiburón. Es un problema muy común entre los más pequeños de la casa. En primer lugar, tiene que prestar atención a cómo evoluciona la dentadura de sus hijos cuando se produce la erupción de los dientes definitivos. De esta forma, podrá verificar si todo va bien o, por el contrario, si se está produciendo alguna anomalía. No olvide, por supuesto, llevar a su pequeño a revisiones periódicas a la clínica del odontopediatra, ya que es la mejor manera de prevenir este y otros muchos problemas.

Entonces, ¿cuál es el tratamiento para los dientes de tiburón?

Cuando decimos que usted no debe alarmarse por esta anomalía, lo decimos porque en la mayoría de los casos se arregla por si sola. Por norma general, los dientes de leche, al cabo de unas semanas, terminan por caerse dejando todo el espacio para la dentadura definitiva. Esto sucede por dos motivos. En primer lugar, las raíces de los dientes definitivos terminan por absorber a la de los dientes de leche, obligándolos a caerse. En segundo lugar, porque el simple movimiento de la lengua de su hijo puede debilitar los dientes de leche hasta que estos se desprenden. Una vez que los dientes de leche se caigan, la dentadura definitiva empezará a tomar el lugar correspondiente de forma natural.

Ahora bien, ¿qué sucede si los dientes de leche no se caen de manera natural? Para empezar, bajo ningún motivo debe forzar que el diente se desprenda de la boca del niño. Es decir, tratar de extraer la pieza con alguna herramienta que tenga en su casa o ejerciendo presión sobre ella. Si hace esto, probablemente, dañe los dientes definitivos de forma permanente. Además, causará dolor en el niño. Dicho esto, si los dientes de leche no se caen de manera natural, el odontopediatra tiene dos opciones para solucionar este problema. La primera es proceder a la extracción de la pieza que requerirá cuidados en casa. En segundo lugar, y únicamente en los casos más complejos, el odontólogo recurrirá a tratamientos de ortodoncia infantil, para solucionar la maloclusión generada por los dientes de tiburón en niños.

¿Su hijo presenta dientes de tiburón? Venga a visitarnos a nuestra clínica de Praxis Dental en Toledo. Garantizamos el mejor asesoramiento y los mejores tratamientos en odontología infantil. ¡Pide tu cita sin compromisos!

Diente definitivo: qué hacer cuando se desprende por traumatismo

Uno de los momentos más especiales en la vida de los niños es cuando, tras perder un diente de leche, esperan la llegada del Ratoncito Pérez. Nosotros, como padres, sentimos una profunda satisfacción al ver sus rostros repletos de alegría y de ilusión. No obstante, este entusiasmo cambia por completo cuando la pieza desprendida se trata de un diente definitivo. Lo cierto es que entramos en pánico. Por suerte, la odontología ha avanzado muchísimo y en la mayoría de los casos la pérdida de un diente definitivo, si el especialista actúa con urgencia, tiene solución. Sin embargo, para que esto ocurra los padres deben seguir con atención las pautas que les mostramos a continuación.

¿Qué hacer para salvar un diente definitivo caído o roto?

Para comenzar, hay que tener en cuenta que se debe actuar de una u otra manera sí el diente se ha desprendido por completo o, por el contrario, si solo se ha roto. Cuando únicamente se trate de un trozo de diente desprendido, la misión que tendrán los padres es encontrar la parte rota de la pieza y acudir con ella cuanto antes al dentista u odontopediatra. Por el contrario, si el traumatismo ha provocado que nuestro hijo haya perdido un diente definitivo en su totalidad, habrá que buscarlo y cogerlo por la parte que sobresale de la encía (es decir, la corona). En este sentido, es de vital importancia NO coger el diente por la raíz.

Asimismo, si la pieza dental se ha manchado durante su desprendimiento, hay que lavarla con agua. ¡Ojo!, solamente lavarlo o enjuagarlo con agua. Limpiar el diente con jabón solo servirá para dañarlo aún más. Lo ideal es ir en el mismo instante que se ha producido el accidente a la clínica. Como mucho hay que acudir en un plazo máximo de 24 horas para que el dentista pueda tratar el traumatismo. Generalmente, los odontólogos recomiendas que, en caso de poder hacerse, los padres coloquen el diente desprendido en el lugar donde estaba. Para que este se mantenga sujeto se debe presionarlo con la ayuda de una gasa.

También se puede introducir el diente definitivo en la boca del niño para que se conserve, pero no es recomendable pues se corre el riesgo de que se lo trague. Otra posibilidad es meter la pieza dental en un vaso de leche o suero fisiológico, ya que ambos ayudan también a conservar la pieza. Sea como fuere, hay que asistir rápidamente a la clínica de un dentista. En este caso, de un odontopediatra pues está mejor preparado que ningún otro odontólogo para tratar con niños.

¿Por qué hay que acudir rápidamente al dentista si se cae un diente definitivo?

Solemos pensar que este tipo de accidentes son poco comunes. Que acudir con los niños al odontopediatra tiene que ver sobre todo con problemas como la caries, el bruxismo o la maloclusion. Sin embargo, la perdida total o parcial de los dientes definitivos es algo muy habitual entre la población. En España, según la Asociación Española de Endodoncia, alrededor del 15% de la población han sufrido traumatismos de este tipo a lo largo de su vida. Traducido en números esta cifra equivale a unos 7 millones de personas. Cuando echamos la vista hacia los más pequeños de la casa, la cifra es todavía más preocupante. Y es que alrededor del 50% de los niños o adolescentes padecen traumatismos dentales en algún momento de sus vidas. En definitiva, este contratiempo es más habitual de lo que solemos imaginar y hay tratarlo cuanto antes para que no deje secuelas en la salud oral de los niños.

Ahora bien, ¿por qué hay que acudir lo antes posible para colocar o pegar el diente definitivo? La respuesta tiene una sencilla explicación. Todas las piezas dentales tienen células en su raíz que se encargan de agarrarse a la encía, es decir, de mantener el diente en su sitio. Estas células pueden sobrevivir durante un tiempo limitado en un entorno que no es el suyo. Cuanto antes se acuda al dentista para la recolocación del diente, mayores probabilidades habrá de que estas células sigan vivas y puedan volver a agarrarse a la encía. Por el contrario, si las células mueren hay muy pocas probabilidades de que el diente se reenganche. Según el Colegio de Odontólogos de Madrid, estas células solo suelen sobrevivir entre 1 y 2 horas. No obstante, se han dado casos en los que han seguido vivas hasta 24 horas después del accidente. En todo caso, si se visita al odontopediatra en la primera o segunda hora del desprendimiento, en el 95% de las ocasiones el diente se salva sin complicaciones.

Si bien es cierto que existen muchos tratamientos para solucionar la pérdida de un diente definitivo, sí cabe la posibilidad, reimplantar un diente propio es lo ideal. Aunque las prótesis dentales son duraderas, estables y efectivas, no pueden compararse a una pieza propia. En este sentido, poder reimplantar el diente del niño tiene muchas ventajas. Por ejemplo, el menor no tendrá que someterse a ninguna operación para colocarse una prótesis. Del mismo modo, el odontopediatra no tendrá que trabajar para desarrollar una prótesis que recree la apariencia del diente desprendido. Pero, sobre todo, a estos inconvenientes hay que sumarle uno muy significativo: los niños deben esperar años hasta poder ponerse un implante dental. Como todos sabemos, la falta de una o varias piezas dentales suponen un problema estético. Un contratiempo grave que puede causar problemas psicológicos a los niños.

Consejos para la salud oral en bebes

Contrario a lo que la mayoría de los padres piensan, cuidar la salud bucodental de los bebes recién nacidos es muy importante. A pesar de toda la información disponible sobre este tema, por desgracia, muchos padres siguen ignorando la salud oral de sus recién nacidos hasta la erupción de los primeros dientes. Este tipo de acciones desacertadas pueden generar números problemas bucodentales en el futuro. Por ejemplo, si no se llevan a cabo la limpieza correspondiente la placa bacteria del bebe aumenta hasta provocarles halitosis (mal aliento) e infecciones orales. Del mismo modo, al no llevar un cuidado adecuado de la boca del bebe este tiene muchas más probabilidades de desarrollar caries y sentir molestias durante la aparición de los dientes. Por este motivo, a continuación desde Praxis Dental Toledo os dejamos diez consejos sobre cómo cuidar la salud oral de vuestros bebes. ¡Si seguís al pie de la letra estas recomendaciones, la salud bucodental de vuestros hijos os lo agradecerá!

  1. Limpiar la cavidad oral con una gasa

Se trata de una sencilla tarea que puede ahorraros muchos quebraderos de cabeza en el futuro. En primer lugar, coger un trozo de gasa estéril y humedecerla en agua tibia hervida. Posteriormente, envolver con la gasa vuestro dedo índice y pasarla por las encías, la lengua y el paladar del recién nacido. De esta manera, retiraréis cualquier resto de comida que pueda haber quedado en la cavidad oral del bebe. Desde Praxis Dental Toledo os recomendamos hacer esta acción después de cada comida o, al menos, dos veces al día. De todos modos, y como suelen explicar los odontopediatras, la frecuenta de este “dedo cepillo” dependerá tanto de los alimentos que ingiera él bebe como de su edad.

  1. Evitar el contacto de vuestra saliva con la del bebe

El simple hecho de besar directamente al bebe en su boca puede genérale muchos problemas bucales y de salud general. Recordad que los bebes – sobre todo, los recién nacidos- son muy delicados ante cualquier tipo de infección, virus o bacteria. La cavidad oral de los adultos tiene una cantidad de bacterias mucho mayor que la de los bebes por lo que el contacto directo –en especial de la saliva- a través de los besos puede provocarles numerosas enfermedades. Además, tenéis que procurar que él bebe comience a usar el hilo dental en cuanto tenga dientes que entren en contacto entre sí.

  1. No sopléis los alimentos

Nuestros odontopediatras de Praxis Dental Toledo a menudo recomiendan este tipo de precauciones a los padres. Y es que inconscientemente con este tipo de acciones estamos introduciendo miles de bacterias y virus en la comida del bebe. Lo ideal es que esperéis a que la comida se enfríe por si sola

  1. Enseñad a vuestros hijos a cuidar de su salud oral

A partir de los dos años los niños ya tienen la suficiente capacidad como para empezar a cepillarse por sí solos los dientes. Por esta razón, es importante que vuestros hijos comiencen desde esa edad a preocuparse por su salud oral. Obviamente, con solo dos años todavía son demasiado jóvenes para cepillarse adecuadamente los dientes. En este sentido, los padres deben estar a su lado en todo momento para garantizar que tanto los dientes como las encías y la lengua quedan totalmente limpias. Además, su hijo debe cepillarse los dientes con pasta dentífrica con flúor.

  1. No excederse con la cantidad de pasta dentífrica

Los niños menores de tres años únicamente deben aplicar sobre el cepillo de dientes una cantidad de pasta similar al tamaño de un grano de arroz. Por supuesto, pasta dentífrica fluorada. Los niños de entre 3 y 6 años pueden utilizar una cantidad de pasta similar al tamaño de un guisante. Según la mayoría de los odontopediatras, pasada la edad de seis años, los niños pueden usar la cantidad que vean conveniente, pero asegurándose de que sus dientes quedan limpios.

  1. No acostar a los bebes con el biberón

Al menos cuando este contenga líquidos azucarados, puesto que los azúcares pueden provocarles complicaciones como la caries del biberón. Además, recordad que es imprescindible cepillar los dientes y las encías del bebe antes de que se vaya a dormir.

  1. Evitar mojar el chupete en sustancias dulces

Resulta muy habitual, para que los pequeños aprendan nuevos sabores, que los padres mojen el chupete de los bebes en bebidas o alimentos con alto contenido en azúcar. Sin embargo, esta acción resulta contraproducente, puesto que las sustancias azucaradas permanecen más tiempo en la boca del niño y dañan sus dientes.

  1. Cuidar su alimentación

En consonancia con el punto anterior, los padres deben cuidar la alimentación de los niños. La mayoría de los odontopediatras recomiendan elegir una dieta equilibrada que evite en la medida de lo posible el consumo de azúcares. Además, cuando él bebe vaya a consumir estos productos, traten de que lo haga durante las comidas principales no entre ellas. La saliva adicional que se produce durante una comida ayuda a enjuagar los alimentos de la boca.

  1. Mordedor para las épocas de erupción

La salida de los dientes ocasiona molestias a los niños, puesto que sus encías se inflaman por la tensión que la erupción de estos les provoca. En esta etapa es cuando los odontopediatras recomiendan que los niños usen el mordedor. Es imprescindible lavar frecuentemente con agua y jabón los mordedores para evitar la proliferación de bacterias.

  1. Evitar los malos hábitos

Enseñar a los niños desde que tienen uso de razón la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida. Hay que incentivar a los pequeños de la casa a lavarse los dientes y a que entiendan que su salud bucodental es muy importante. De esta manera, por si solos, serán capaces de mantenerla sana sin mucho esfuerzo.

Rendimiento escolar y salud bucodental

En nuestra clínica de Praxis Dental Toledo hemos sido testigos de todo tipo de enfermedades dentales en los niños. Anomalías como la caries, la gingivitis, la periodontitis, el bruxismo o la maloclusión. Este tipo de trastornos no solo generan dolor al paciente, sino que puede afectar también a muchos otros ámbitos de su vida. En el caso de los más pequeños de la casa, una salud bucodental deficiente puede influir en sus notas a final de curso. En efecto, la salud de los dientes y encías afecta el rendimiento escolar de los niños. Los alumnos que padecen dolores crónicos y cambios de humor provocados por algún tipo de enfermedad dental como la caries tienen más probabilidades de bajar el rendimiento en clase. Si usted ha sufrido alguna vez un terrible dolor de muelas,  lo comprenderá. Cuando una muela está dañada por la caries el dolor es muy intenso, hasta incapacitante. Puede que no pueda acudir a su puesto de trabajo por un dolor de muelas. En el caso de los más pequeños de la casa ocurre exactamente lo mismo. Averigüemos porque ocurre esto.

  1. ¿Por qué la salud oral afecta al rendimiento escolar?

Aunque sé intuía, no fue hasta hace algunos años cuando quedo científicamente demostrado que la salud bucodental puede perjudicar al rendimiento académico. Concretamente, el estudio más reciente proviene de la Escuela de Odontología de Ostrow en Polonia. En este centro un grupo de odontopediatras polacos analizo a cerca de 1500 niños de escuelas de primaria y secundaria provenientes de familia humildes. Familias con dificultades socioeconómicas que, por tanto, apenas podían acudir con sus pequeños a las clínicas para solucionar sus enfermedades dentales. Tras llevar a cabo el estudio, los investigadores descubrieron que la gran mayoría de los niños tenían caries. El estudio también reveló que estos pacientes con caries u otra anomalía bucodental eran los que peores notas sacaban. En el lado opuesto, aquellos alumnos que no presentaban enfermedades en la boca solían tener calificaciones mucho más altas que los primeros, puesto que no faltaba a clase. Los investigadores polacos estimaron que los niños con trastornos dentales acudían al colegio de media seis días menos que los que estaban sano.

Sin embargo, el dolor o las molestias no son solo el único motivo de la modificación del rendimiento escolar en los niños. Enfermedades como la maloclusión dental, los traumatismos dentales o la gingivitis también alteran el rendimiento académico. La cavidad bucal nos permite pronunciar correctamente las palabras, así como reír y comer correctamente. No obstante, si algo en ella no anda bien el efecto puede ser el contrario. Por ejemplo, un niño que sea incapaz de hablar adecuadamente puede ser víctima de burlas por parte de sus compañeros. Esto puede llevarlos a sufrir baja autoestima, irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño y falta de concentración. Obviamente, todos estos obstáculos dificultan que el menor aproveche al máximo sus horas de estudio.

  1. Cuidados de la salud oral de los niños

Tras haber leído lo anterior, no cabe duda de que debe prestar la máxima atención a la salud bucodental de su hijo. Antes de explicarle cuáles son las claves para cuidar la boca de su hijo, ¿acude con él a su odontopediatra de manera regular? ¿Lleva a su hijo al odontólogo solo cuando se queja de molestias o no puede comer correctamente? Recuerde que la visita al odontopediatra tiene que ser algo habitual. Debe llevar a su pequeño a consulta para prevenir enfermedades en lugar de para solucionarlas. Este detalle es de vital importancia. Por supuesto, el otro pilar fundamental en el que se asienta la salud oral de los niños es la higiene. Los padres deben inculcar a sus hijos buenos hábitos de higiene bucodental cuanto antes. La higiene oral se cimentá en estos dos detalles:

  1. A) Ayudar a cepillarse los dientes:

    como dice el refrán, nadie nace enseñado. Cuando los niños son pequeños, o bien no saben cómo cepillarse los dientes, o bien no pueden por sí solos hacerlo adecuadamente. Por ello, usted debe supervisar el cepillado y asegurarse de que lo hacen después de cada comida. El cepillado es esencial para evitar que aparezcan caries. Este hábito diario le proporcionará a su hijo un desempeño mejor durante sus primeros años de escuela y en su vida social.

  2. B) Vigilar lo que comen:

    los alimentos que ingerimos también influyen en la salud de nuestros dientes. Si su hijo toma demasiadas golosinas, dulces o refrescos azucarados, probablemente, sus dientes presentes perforaciones en sus tejidos. El azúcar es el combustible que permite a las bacterias realizar sus funciones nocivas para la salud dental.

Si su hijo padece algún trastorno bucodental, si sufre molestias continuas, si su rendimiento escolar ha bajado por el estado de su boca, acuda lo antes posible al odontopediatra más cercano. Estos odontólogos infantiles son los más adecuados para tratar a los más pequeños de la casa.

Láser dental ventajas en Odontopediatría

Durante la infancia, la salud bucodental de los más pequeños es muy importante en su desarrollo y tratar de que esta se produzca de forma fluida y sin problemas graves es una cuestión primordial. En Praxis Dental Toledo siempre os insistimos en la importancia de acudir con los niños regularmente a una clínica. Solo de esta manera podréis prevenir a tiempo cualquier tipo de anomalía en la boca de los más pequeños. Pero el dentista que les atienda debe ser un especialista en niños, es decir, un odontopediatra como el que tenemos en nuestra clínica. Los odontopediatras son odontólogos especializados en la salud bucodental de los niños. Uno de los avances más relevantes que se han producido recientemente en las clínicas de odontología infantil es el láser dental.

Hace apenas unos años, cuando los más pequeños asistían al odontopediatra sabían que este especialista comenzaría a meterles por la boca aparatos extraños que hacían mucho ruido. Instrumentos que, en el caso de no estarse quietos, podían producirles daño. Obviamente, esto provocaba que los más pequeños evitasen a toda costa visitar la clínica. No es de extrañar que muchos de ellos sintiesen un miedo real al tener que volver a ver a un dentista. No obstante, gracias al desarrollo de la tecnología láser esto ya es cosa del pasado. Al menos en clínicas como Praxis Dental Toledo, donde disponemos de un láser dental de última generación. A continuación, os presentamos la odontopediatria laser y sus ventajas.

¿Qué es y en qué consiste la odontología u odontopediatría láser?

Como ya habréis podido sospechar, la odontopediatria láser es aquella en la que utilizamos este aparato para llevar a cabo los procedimientos dentales. Hay muchas técnicas de odontología en las que este artefacto nos es de gran ayuda, dada su precisión y su capacidad para evitar hemorragias. Por norma general, los procedimientos con láser dental son menos dolorosos por estos dos motivos, y de ahí que ya la mayoría de las clínicas los hayan incorporado. Sin embargo, en este punto también juega un papel importante la habilidad del propio odontopediatra. Un buen odontopediatra debe realizar los procedimientos de la forma más efectiva, pero también debe saber tratar a los niños. Tiene que trasmitirles una sensación de seguridad y de comodidad. El láser dental se suele usar para tratar problemas bucodentales como quistes, llagas, aftas, regeneración de nervios y, por supuesto, para blanquimientos dentales. También se emplea para tratamientos de ortodoncia, pulpares, traumatismos, gingivitis y herpes labial.  Además, el láser nos permite ver todos los tejidos dentales y la encía de los niños en tiempo real. Por lo tanto, es vital a la hora de localizar posibles anomalías a tiempo. Existen dos tipos de láser dental: el de tejidos duros y el de tejidos blandos. Lo que les diferencia es la longitud de onda que emiten.

¿Entonces, cuáles son las ventajas del uso del láser en odontopediatría?

El láser dental ha llegado a las clínicas como Praxis Dental Toledo para quedarse. Son una magnífica alternativa, una gran oportunidad para mejorar la atención a la salud bucodental de los más pequeños de la casa. Esta herramienta, como ya hemos comentado con anterioridad, presenta unas características muy diferentes a las herramientas tradicionales tan temidas por nuestros hijos. La tecnología láser ha permitido que las molestias y el dolor, cada vez que el niño acudía a consulta, sean algo del pasado. Durante el uso del láser dental, apenas hay ruido alguno. Las vibraciones o el calor que desprenden las herramientas tradicionales ya no existen. Otra gran cualidad de esta tecnología es que es mucho, mucho menos invasiva. El sangrado en los tratamientos de tejidos blandos es ínfimo, es decir, su hijo tendrá muy pocas molestias tras la intervención.

Por otra parte, al tener menos molestias su hijo no evitará acudir a la clínica del odontopediatra. Por lo que los tratamientos pertinentes se podrán realizar con mayor velocidad y efectividad. Al mismo tiempo resultarán más cómodos para el niño. La odontología láser infantil tampoco requiere del uso de anestesia local, que sí es necesaria con las herramientas tradicionales por sus fuertes sonidos, calor y vibraciones. De nuevo, hay que señalar que este aspecto tranquiliza tanto a los padres como al paciente, en este caso el niño. Un niño relajado y cómodo, es un paciente fácil de tratar. Un paciente que no opone resistencia durante los procedimientos, recibirá un tratamiento más seguro, efectivo y rápido. Por lo tanto, esto hará que el tiempo en el sillón del dentista sea menor, lo que abarata los costes del tratamiento. Del mismo modo, la recuperación será más veloz y su hijo podrá volver a la rutina mucho antes.

La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica (AAPD) reconoce el uso de láseres como un instrumento beneficioso para brindar tratamientos especializados a los pacientes pediátricos, incluidas las personas con necesidades especiales.

Dientes temporales: caída y precauciones

La caída del primer diente de leche es uno de los acontecimientos más importantes de nuestra juventud. Para nuestros hijos, desde un punto de vista fisiológico, marca una nueva etapa en su crecimiento. Aunque, como todos los padres sabemos, cuando ocurre este evento nuestros hijos no piensan en ello, sino más bien en la llegada del famoso Ratoncito Pérez. Dicho esto, para los padres la caída de los dientes temporales  de sus hijos representa una cuestión sobre la que tienen muchas dudas respecto a la manera correcta de actuar. Sin ir más lejos, algunos padres, al primer síntoma de debilitamiento, no dudan en arrancarlos. Sin embargo, hacer esto es cometer una grave equivocación. Los dientes de leche, como veremos más adelante, no son un servicio temporal para los niños. Para aclarar este tipo de asuntos y enseñaros como debéis actuar cuando el primer diente de leche se desprende de la boca de vuestros hijos, hemos elaborado el siguiente artículo. Prestad atención.

¿Qué son los dientes de leche?

Dado que ya os hemos explicado de forma detallada lo que son los dientes de leche, no nos extenderemos mucho en este punto. Los dientes de leche son los primeros que nacen en la boca de los niños. Estas piezas temporales comienzan a brotar de las encías a partir de los seis meses de edad. Como todos sabemos, los dientes temporales brotan de forma lenta y progresiva hasta que el niño cumple los 24 meses. Los dientes leche se mantienen en la boca de nuestros hijos hasta que estos cumplen entre 11 y 12 años. Por norma general, los niños tienen 20 piezas temporales. Diez en la arcada superior y diez en la inferior.

¿Qué hacer cuando empiezan a moverse?

Cuando notemos que los dientes de leche de nuestro hijo se están empezando a mover, lo ideal es dejarlos que sigan su curso. Hay que tener en cuenta que el proceso de caída de un diente de leche puede durar meses. Por tanto, si precipitamos su caída –por ejemplo, usando nuestra mano- podemos dañar las encías de los niños. Además, forzar la caída de un diente causará dolor a nuestro hijo. Esta recomendación queda exenta cuando la pieza temporal esta tan suelta que el niño no siente dolor al moverla. En este caso, podemos ayudar a nuestro hijo a quitarse el diente de leche.

¿Cuándo se caen los dientes de leche?

Para la caída de los dientes temporales no existe una fecha exacta. No obstante, sí que hay una estimación bastante precisa. Los dientes de leche comienzan a desprenderse de las encías de los niños cuando tienen entre cinco y seis años. Por otro lado, este proceso concluye cuando nuestros hijos cumplen once o doce años. Sin embargo, puede haber variaciones importantes entre un niño y otro. Esto último suele estar relacionado con un condicionante genético, o bien con el hecho de que las piezas hayan salido antes de que él bebe tuviera seis meses.

Fases en la caída de los dientes temporales

Los niños, generalmente, tienen 20 dientes de leche que deberán cambiar. El proceso es muy sencillo. En primer lugar, los dientes definitivos comienzan a presionar a las raíces de los temporales, puesto que quieren brotar de la encía. Posteriormente, esta presión genera que los dientes de leche se deterioren y comiencen a moverse. Finalmente, se desprenden y dejan el hueco para los definitivos. Por norma general, la dentadura inferior definitiva es la primera que suele aparecer. Por ello, son dientes de leche inferiores son los que suelen caerse primero. Una vez empezado, suelen ir cayéndose sucesivamente arriba y abajo:

– Arcada inferior: los incisivos centrales sobre los 6 años; los incisivos laterales, a los 7 años; los caninos y primeros molares a los 9 y 10 años respectivamente, y los segundos molares a partir de los 11 años.

-Arcada superior: los incisivos centrales a los 7 años; los laterales a los 8 años; los caninos a los 11 o 12 años; los primeros molares alrededor de los 9, y los segundos molares a los 10 aproximadamente.

No obstante, puede que haya retrasos en la erupción de los dientes definitivos o, incluso, retrasos. En este caso, los padres no han de preocuparse, puesto que esto se debe a que tanto temporales como definitivos están correlacionados. Dicho de otra manera, el diente definitivo brotará de la encía según cuando lo haya hecho el diente que le precede.

¿Por qué debemos dejar que los dientes de leche se desprendan solos?

A continuación, veamos cuáles son las razones por las que no debemos retirar de manera apresurada los dientes de leche:

  1. Encías: el tejido de las encías es muy sensible. Al forzar la caída de los dientes temporales corremos el riesgo de dañar este tejido. En el caso de que ocurra este, probablemente, nuestro hijo tendrá que someterse a una cirugía para garantizar que no se produzca una infección, así como la correcta curación de la herida.
  2. Dolor: como es obvio, cuando forzamos la caída de un diente el niño sentirá dolor y molestias. El dolor es sinónimo de que el diente de leche todavía no está listo para desprenderse de la encía. Los dientes temporales necesitan tiempo para que su raíz se deteriore por la presión de las piezas definitivas. Hasta que el niño no deje de sentir dolor en la pieza temporal, no debemos forzar la caída de esta.
  3. Los dientes de leche guían a los definitivos: la dentición temporal hace de guía de la permanente. Los dientes definitivos presionan las raíces de los de leche hasta que están se disuelve y pueden brotar por el hueco sobrante. Sin embargo, si extraemos antes de tiempo un diente primario, los secundarios perderán su guía. En este caso, puede que la dentadura definitiva surja torcida e, incluso, en un lugar que no le corresponde.

Cuidados de los dientes definitivos

Cuando nuestro hijo ha desarrollado la dentadura definitiva, resulta imprescindible afianzar los hábitos de higiene y cuidado bucal. Recordad deben cepillarse los dientes después de cada comida, evitar en la medida de lo posible los alimentos ricos en azúcar y acudir de manera regular a una clínica dental.