El verano y los dientes de los niños

Con la entrada del verano llegan las vacaciones escolares para los niños. En esta época del año con tanto tiempo libre para jugar con sus amigos, ir a la piscina o de vacaciones, la rutina de nuestros hijos cambia completamente así como su alimentación. Durante estos meses veraniegos los niños consumen más refrescos azucarados, helados y chucherías que en cualquier otra etapa del año, mientras que sus padres suelen ser más permisivos cuando les toca cepillarse los dientes. Sin embargo, se trata de un error más grave y común de lo que imaginamos ya que deberíamos tener en cuenta que la salud bucodental no entiende de vacaciones. Además, durante los días de calor es cuando más trabajan las bacterias de la boca.

Si descuidamos el cepillado de los dientes de nuestros hijos durante el verano, los helados, las chucherías o los refrescos actuaran como el combustible perfecto para que las bacterias actúen con más fuerza y rapidez sobre sus dientes. Al cabo de unas pocas semanas, sin seguir una limpieza bucal adecuada, nuestros hijos pueden comenzar a sufrir las primeras caries de su vida. Por lo tanto, desde Dentista Infantil Toledo queremos mostraros cuales son los hábitos que deben seguir vuestros hijos durante las vacaciones de verano, para que el cambio en su alimentación y en su rutina no afecte a la salud de sus dientes.

ESTOS SON LOS HÁBITOS QUE DEBEN TOMAR LOS NIÑOS PARA CUIDAR DE SUS DIENTES DURANTE EL VERANO.

1) Cuidar su alimentación

Como dijimos anteriormente en verano los niños cambian su dienta ya que consumen muchos más zumos, refrescos, chucherías, dulces y helados. A las bacterias de la boca les encantan los alimentos ricos en azucares ya que les facilita mucho el trabajo. Por lo tanto, debemos intentar que nuestros hijos reduzcan el consumo de estos alimentos y que se cepillen los dientes después de cada comida. Además, las bebidas carbonatadas descalcifican el esmalte de sus dientes de leche fácilmente ya que este es mal débil que el de la dentadura definitiva.

Conviene enseñar a nuestros hijos desde muy pequeños a tomar solo zumos y refrescos sin azúcar. Asimismo, deben tomar mas frutas frescas que helados o chucherías. Las frutas de temporada como la sandia, el melón, la papaya o el melocotón son alimentos muy refrescantes, saciantes y dulces. Por ejemplo, la sandia contiene gran cantidad de agua y al ser tan dulce gusta mucho a los niños pequeños además, no serie necesario cepillarse los dientes tras su consumo.

2) Ojo al cloro de las piscinas

Los productos químicos como el cloro de las piscinas afectan a la salud de los dientes y pueden provocar la aparición de manchas en estos. Esto ocurre porque el agua de las piscinas tienen un PH superior al de la saliva acelerando la descomposición de las proteínicas salivales. Cuando las proteínas salivales se descomponen demasiado rápido se acumulan en los dientes en forma de sarro marrón dando lugar a estas pequeñas manchas de las que hablamos.

Si nuestros hijos se bañan de forma esporádica en la piscina, con que usen de forma regular flúor evitaran este tipo de caries. Recordad que el flúor solo se recomienda en niños a partir de los seis años de edad. En caso de que el niño no haya cumplido todavía los seis años o acuda todos los días a la piscina, se recomienda el uso de un protector oral.

3) Llevar siempre encima un kit de limpieza

En verano las actividades al aire libre estar a la orden del día. Son fechas para pasarlas con nuestros hijos en la playa, la piscina, haciendo senderismo o en un camping, por lo que con facilidad olvidamos llevar encima el cepillo y la pasta de dientes. Recuerda llevar siempre contigo cepillo, pasta, flúor o el hilo dental, para que tus hijos no estén días enteros sin lavarse los dientes.

Si finalmente olvidastés en casa estos accesorio o no los cogistes porque ocupaban demasiado espacio en tu mochila, los chicles sin azuzar servirán para limpiar los dientes de tus hijos. Los chicles sin azúcar son un buen remedio para salir del apuro, sobre todo, cuando se ingieren comidas entre horas como chucherías o dulces. Estos chicles previene la caries y ayudan a eliminar restos de comida sin embargo, solamente el cepillado previene totalmente la caries.

4) Hidratarse correctamente

Los niños pueden sufrir deshidratación en verano pues las altas temperaturas junto con las actividades al aire libre, les obligan a ingerir muchas más agua de lo normal. Cuando no bebemos la suficiente agua la producción de saliva se reduce significativamente, por lo que la boca pierde su acción protectora frente a las bacterias. Debemos prestar mucha atención a la cantidad de agua que toman nuestros hijos durante el verano, obligándoles si es necesario a beber inclusos cuando no tengan se.

Los mitos sobre los dientes de los niños

En la calle, en Internet, en las Redes Sociales… son muchos los mitos y bulos que circulan sobre los dientes de nuestros hijos. Sin embargo, como mitos debemos de ignorarnos y no tomarlos en serio o de lo contrario, no podremos cuidar correctamente de la salud bucodental de los más pequeños. A continuación, os desvelaremos que hay de cierto realmente en este tipo de leyendas urbanas, ya que si se toman como ciertas podemos dañar la salud de los dientes de los niños.

PRINCIPALES MITOS SOBRE LOS DIENTES DE LOS NIÑOS

1) Es normal que las encías sangren durante el cepillado: una autentica leyenda urbana totalmente falsa que parece una broma de mal gusto. Desde hace tiempo en muchos lugares se asegura que el sangrado de encías es sinónimo de un lavado de dientes correcto. Quienes afirman esto consideran que la sangre es el resultado de ejercer mucha presión sobre los dientes a la hora de cepillarlos y por lo tanto, todas las bacterias y resto de comida se expulsan con más facilidad.

Sin embargo, esta afirmación es del todo equivocada. Las encías nunca tienen que sangrar durante el cepillado, si ocurre esto es porque nuestro hijo seguramente tenga las encías inflamadas debido a la acumulación de sarro. Las encías inflamadas pueden provocar en el futuro problemas como la periodontitis (perdida del hueso maxilar).

2) Los dientes de leche no necesitan tratamientos: de nuevo otro bulo más. Los dientes de leche son tan importantes como los definitivos, si no cuidamos de ellos su salud afectara a los definitivos. Por ejemplo, muchos padres no acuden con sus hijos a un chequeo dental hasta que el niño comienza a cambiar los dientes de leche por la dentadura definitiva. Esto se debe a la falsa creencia de que los dientes de leche no tiene riesgo de sufrir caries y sin embargo, esto no es así. Todos los especialistas insisten que la caries puede aparecen en los dientes de leche en niños a partir de los 6 años de edad. Estas caries pueden llegar afectar a los dientes que vienen después si se carean.

Para que la caries no afecte a los dientes de leche es fundamental enseñar a los niños a cepillarse los dientes después de cada comida. En el mercado existen decenas de pastas de dientes infantiles que tu hijo podrá elegir, así como se recomienda el uso del hilo dental a partir de los 6 años.

3) Los niños pueden usar palillos después de comer: Falso. El uso de palillos para eliminar los restos de comidas no se recomienda para nada en los niños ya que implica una serie de peligros para ellos. Por un lado, si los mondadientes no son de unas determinadas características provocaran lesiones entre los dientes y las encías. Mientras que por otra parte, puede que el niño se lastime fácilmente con ellos debido a su inexperiencia.

4) Si el niño duerme con un biberón en la boca no pasa nada: otra leyenda que seguro que más de uno ha escuchado por la calle y con la cual, sé está cometiendo un error muy importante. Cuando los niños duermen durante horas con el biberón en la boca los dientes delanteros y las encías cambian a un color más oscuro. Esto sucede principalmente con la leche y zumos infantiles muy azucarados.

En el caso de los zumos naturales de los supermercados, contienen gran cantidad de ácidos y azucares que favorecen la aparición de caries. Lo mejor es preparar en casa nosotros mismos los zumos naturales para nuestros hijos.

5) La salida de los dientes provoca fiebre: por sorprendente que pueda parecer este mito, hay muchos padres que piensan que es real. La fiebre es un síntoma de enfermedad, pero que los dientes de leche comiencen a parecer no es indicativo de enfermedad. Si es cierto, que la erupción de los dientes genera en algunos niños que su temperatura corporal aumente ligeramente, pero se trata de apenas unas décimas que no pueden desarrollar la fiebre.

Los dientes de leche empiezan a surgir cuando él bebe tiene los seis meses y terminan cuando este ha cumplido los tres años. Los problemas que si tienen que ver con la salida de los dientes de leche son el dolor de encías, irritación, malestar al masticar o el babeo excesivo. Puede incluso que por estos síntomas se den casos en los que él bebe no pueda dormir durante la noche. Sin embargo, los odontólogos insisten en que el dolor de un solo diente no impide que el niño duerma durante la noche.

En definitiva, los padres tenemos que tener muy presente estos mitos para poder cuidar de la salud dental de nuestros hijos de la mejor manera posible. No olvidéis que se recomienda llevar a los niños una vez cada 6 meses a una clínica dental, para hacerles un chequeo y asegurar de este modo que todo esta correctamente.